sábado, 21 de septiembre de 2013

La Creación de la CIA y la KGB


Es difícil no relacionar a la Agencia Central de Inteligencia (CIA)  y a la KGB con la Guardia Pretoriana Romana. A casi dos mil años de distancia la una de las otras, pero en esencia lo mismo, excepto que unos era soldados y los otros son civiles. La CIA fue creada por el presidente Harry S. Truman como una agencia gubernamental encargada de la recopilación y análisis de información de gobiernos, organismos e incluso individuos, dentro y fuera de los Estados Unidos, que puedan perjudicar la seguridad nacional, sin necesidad de tener autorización judicial para dichas investigaciones. No es un secreto que la Guardia Pretoriana, en su obsesión por mantener la integridad del imperio, incluso por encima de la voluntad de su emperador, al cual estaban obligados a proteger, cometieron cualquier cantidad de abusos y exterminaron a todos los que ellos consideraron un peligro, entre los que se encuentran quince emperadores.

Escudos de la KGB y de la CIA

Corre el año 1946 y la humanidad acababa de superar la más terrible de las guerras mundiales, la más sangrienta hasta la fecha, y se concentraba en reconstruirse, brotando entre las cenizas como el Ave Fénix, literalmente. Pero un nuevo peligro se cernía sobre Occidente, la amenaza soviética, con Joseph Stalin a la cabeza, en su deseo de expandir su influencia sobre países, mal conocidos como de Tercer Mundo, teniendo en cuenta que muchos de esos países poseen más historia y cultura ancestral, que los que ahora pretenden guiar sus destinos, tanto los de un lado como los del otro.

Durante La Guerra Fría, 1945 al 1991, se enfrentaron dos
ideologías: la capitalista, liderada por los Estados Unidos
y la comunista, por la Unión Soviética, y en éste Mundo
Bipolar, las posturas era irreconciliables e incompatibles.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las agencias de inteligencia de los países involucrados: OSS (Estados Unidos); MI6 (Reino Unido) y GESTAPO (Alemania), entre otras, se enfrentaron al celo de otros departamentos internos en sus respectivos países, por el compartir la información recaudada, con terceros, aunque fuera por el “bien” común y mucho menos entre las distintas agencias de inteligencia de otros países, aunque estos fueran aliados.

Aprendieron, al final, de los errores más que de los aciertos y se extralimitaron, moralmente, al tener la vista fija en el objetivo final y no en el procedimiento, como fue el caso del gobierno norteamericano de pactar con la mafia siciliana para que les dieran información estratégica, previo al desembarco aliado en Sicilia en 1943, a cuenta de favores y prerrogativas.

Los aliados negociaron con la mafia siciliana en los Estados Unidos,
para que los ayudaran durante el desembarco en la isla mediterránea,
a cambio de concesiones de juego de azar en Las Vegas.

En un mundo en guerra era lógico que la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos) fuera una organización militar, pero ahora en tiempos de paz, se necesitaba una, conformada por civiles, en ese momento es cuando se crea la precursora de la CIA, por instancia de William J. Donovan, el mismo creador de la OSS, quien convenció al presidente Truman de crear una agencia centralizada que pudiera ejercer sin restricción, operaciones de espionaje encubierto y en secreto, con autonomía absoluta para lo que considerase fuese en beneficio de los Estados Unidos, aunque no siempre ha sido el caso con respecto a  los países con los que se ha involucrado. El nombre original fue: Grupo Central de Inteligencia, que luego cambiará en 1947 al que todos conocemos y hemos aprendido a amar u odiar, Agencia Central de Inteligencia.

Cómo he tratado de expresar antes, sus intenciones siempre han sido “buenas”, al menos para ellos, pero cada quien, desde tiempos inmemorables, siempre cree y están seguros de tener buenas intenciones, dependiendo del punto de vista con los que se mire, incluyendo a los miembros de la muy temida GESTAPO nazi. Pero la CIA en sus operaciones encubiertas, en “beneficio” de la colectividad, han dejado una traza de amargura y resentimiento en su momento y en las generaciones siguientes a lo largo y ancho del mundo, ejemplos: para contrarrestar el auge de izquierda en la Italia de la post guerra, la CIA organizó ataques terroristas que luego se le adjudicaron a Las Brigadas Rojas; Operación Gladio.

Más cerca de nosotros, en el continente americano, en 1954 se conspiró y se expulsó al recién electo presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz Guzmán, y se puso una junta militar, éste hecho generó una guerra civil que duró años; en 1960 se autorizó el asesinato del dictador cubano Fidel Castro.

La agente de la CIA, Marita Lorenz debía envenenar a Fidel Castro,
pero el amor que sentía por él lo impidió. 

En 1973 Nixon aprueba una operación encubierta para expulsar, no asesinar, al presidente chileno Salvador Allende y tras su asesinato, Augusto Pinochet comienza una sangrienta dictadura;

Tras la toma del Palacio de la Moneda, se consolida el Golpe de Estado
 liderado por Augusto Pinochet a su amigo Salvador Allende.

En 1979 apoya y financia a la resistencia extrema islámica en Afganistán, los Talibanes, en su lucha en contra de la Unión Soviética, luego éste grupo se transformará en el brazo armado de Al Qaeda, liderado en su momento por Osama bin Laden;

En 1952 expulsan al recién electo presidente de Irán, Mohammad Mosaddegh, por solicitud de la agencia británica de inteligencia, MI6, y le otorgan más poderes dictatoriales al Shah Mohammad Reza Pahlevi;

Coronación del Shah y de su tercera esposa Farah Diba.

En 1963 apoyan el golpe militar en Irak a favor de Saddam Hussein;

En 1970 invade Camboya para atacar desde allí a Vietnam del Norte y bombardear Laos, apoyando al gobierno de Pol Pot, hoy se sabe que éste gobernante ordenó el asesinato de más de dos millones de sus conciudadanos…

Y la lista continúa, dejando también en entredicho su vinculación por el asesinato se su propio presidente, John F. Kennedy, por no apoyar la operación de Bahía de Cochinos en Cuba en 1961 y su resistencia en querer involucrarse en una guerra en el sudeste asiático: Vietnam.

Tras los disparos "realizados" por Lee Harvey Oswald, la Primera Dama,
Jackie Kennedy, intenta ayudar a uno de los miembros
de seguridad a subir al vehículo. 

La KGB, Komitet Gosudárstvennoy Bezopásnosti, o Comité para la seguridad del Estado, en la Unión Soviética, fundada en 1917 por orden de Vladimir Lenin y conocida en ese entonces como La Checa, no es más santa que su contraparte occidental, CIA, por el contrario, al ser un Estado dictatorial y centralizado y a falta de Opinión Pública, por no existir medios de comunicación confiables, al estar todos bajo la influencia directa del gobierno, los actos subversivos, en nombre del “bien” común, creados por la KGB, son mucho peores y de igual manera catastróficos para los países en donde se cometieron: La Revolución Húngara de 1956;

Fue un alzamiento espontáneo de la población húngara en contra
de los excesos, ahora conocidos de Joseph Stalin y la influencia
total de la Unión Soviética sobre las políticas nacionales a su
beneficio ideológico y no al de los pobladores.

La Primavera de Praga de 1968;

El movimiento "revolucionario" en Checoslovaquia busca una
estructura política menos totalitaria, sin la influencia soviética,
en la que puedan existir ciertas libertades básica.
Fue reprimida con brutalidad por tropas conjuntas del Pacto de Varsovia.

El asesinato de Trotsky en 1940;

León Trotsky era para Joseph Stalin una "piedra en el zapato"
y había que eliminarlo, estuviese en donde estuviese.
La misión fue llevada a cabo con éxito por el asesino español,
Ramón Mercader, quien ganó la confianza de su víctima y le
golpeó mortalmente con un piolet en la nuca.

El asesinato del Secretario de Las Naciones Unidas, Das Hammarskjöld, en un supuesto accidente aéreo en 1961, en el Congo Belga, hoy Zaire.

Fue Secretario General de Las Naciones Unidas desde 1953 hasta su
muerte en 1961. Se le otorgó el Premio Nobel de La Paz póstumo.

Y el más polémico, el frustrado intento de asesinato del papa polaco, Juan Pablo II, en 1981, en plena Plaza de San Pedro en el Vaticano, a consecuencia de sus constantes sermones separatistas en contra de la intervención directa de la Unión Soviética en los Países del Bloque Oriental, en particular, apoyando al movimiento obrero Solidaridad, liderado por Lech Walesa.  

Intento de asesinato del papa Juan Pablo II a manos del extremista
turco, Mehmet Alí Agca, hoy "converso" al cristianismo y en libertad,
quien solicitó permiso para residir en el Vaticano y fue denegado.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi

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