jueves, 21 de noviembre de 2013

John F. Kennedy: Primera Parte


A los cincuenta años del asesinato del presidente norteamericano, John F. Kennedy, existen, aun hoy, más cuestionamientos, que certezas: ¿Quién en verdad lo mató?, ¿Por qué?, ¿Quién se beneficia?, ¿Fue un conspiración?, ¿La mafia?, ¿La CIA?, ¿Los masones?... Aunque su recorrido hasta La Casa Blanca tampoco está exento de polémica, ¿Pero que lo está?

John F. Kennedy se transformó con su muerte en leyenda.

John Fitzgerald Kennedy, conocido por muchos como JFK, nació el 29 de mayo de 1917 en el seno de una familia católica irlandesa, del este de los Estados Unidos, que fue amasando, progresivamente, una fantástica fortuna. Su madre, Rose Fitzgerald, longeva matriarca de la familia, le aportó a sus nueve hijos: cuatro varones y cinco hembras, dignidad estoica y su padre, Joseph “Joe” Kennedy, astucia de oportunismo.

Familia Kennedy en pleno. Los cuatro hijos varones son: Joe, John, Bob y Ted.

“Joe”, el padre, fue ágil con las finanzas, aprovechando en gran medida su carisma y patrimonio familiar, incrementándolo sustancialmente de negocio en negocio. Uno de los más relevantes fue su incursión en la industria cinematográfica, comprando estudios de cine en decadencia y convirtiéndolos en estructuras rentables, dando incluso un paso más arriesgado, pero más lucrativo; se apropió de forma muy agresiva y cuestionada, de 700 salas de cine, en las que distribuía de manera exclusiva sus películas. E incluso llegó a “involucrar” en un escándalo sexual a un fiero competidor, para comprarle, muy por debajo del precio, sus 63 teatros.

"Joe" fue artífice de su inmensa fortuna y cerebro del
logro político de sus hijos.

También se le adjudica a él, "Joe", el haberse involucrado en el negocio ilícito de contrabando de bebidas alcohólicas durante los años en que duró La Prohibición (1920 al 1933), hecho que nunca se ha podido comprobar, pero no hay duda que sí previo el inminente sobreseimiento de la enmienda constitucional que prohibía la fabricación, comercialización y consumo de alcohol, creando alianzas estratégicas con los fabricantes escoceses para su futura importación.

Joseph “Joe” Kennedy, además fue el dinamo, tras las respectivas carreras políticas de sus hijos: Joe, John, Bob y Ted, guiándolos, pero sobre todo, presionándolos, para escalar los escalones necesarios, que pudiera llevar, al menos a uno de ellos, hasta la Casa Blanca, en vista que él, al respaldar una mala decisión, vio desmoronar, en un instante, su ambición personal. Siendo embajador de los Estados Unidos en Inglaterra, respaldó el crear un acercamiento con Adolfo Hitler, apoyando la “política de apaciguamiento” británica, instituida por el entonces Primer Ministro Neville Chamberlain, justo antes del inicio de La Segunda Guerra Mundial, contraria a la de Winston Churchill, quien, desde hacía años, abogaba por el incremento del arsenal militar. Al año siguiente Chamberlain va a ser destituido de su prominente cargo, para darle paso en él, a su más ferviente rival dentro del mismo Partido Conservador: Churchill, que opinó sobre su antecesor, “Tuvo usted, para elegir entre la humillación y la guerra, eligiendo la humillación que nos llevará a la guerra.”

La nefasta Conferencia de Munich de 1938, en la que el ingenuo Primer Ministro
británico, Neville Chamberlain, acepta los términos de Hitler, ante la invasión
alemana de los Sudetes (República Checa). 

Mientras, John, a los 19 años de edad, en 1936, es aceptado en la prestigiosa Universidad de Harvard, al igual que su padre y su hermano mayor, Joe, para estudiar Relaciones Internacionales, obteniendo el título, cum laude, cuatro años después. Por insistencia de su padre, publica su tesis de grado, “Why England Slept” (Porqué Inglaterra Durmió), en la que analiza y critica la “política de apaciguamiento” del Reino Unido ante el expansionismo geográfico y militar de Adolfo Hitler.  Llegando a la conclusión, de lo catastrófico, que hubiese sido para la isla, el haberse enfrentado al régimen nazi antes de tiempo, por no haberse preparado militarmente para enfrentarlo. Con éste libro, Joe, justificaba, a través de su hijo, su “errónea” decisión, que le costó el cargo y el exilio diplomático. Algunos historiadores opinan que la asombrosa venta de éste libro, escrito por un muchacho desconocido, se debió a las compras masivas ordenadas por su padre.

Obra que cuestiona el aletargamiento político y militar
del Reino Unido ante el avasallamiento nazi.

John, en primera instancia, había intentado que Harold Laski (el intelectual más prominente en el Partido Laboral Británico), le escribiese la introducción a su libro, pero éste declina, opinando, un tiempo después;  “Es el libro de una mente inmadura; que si no hubiese sido escrito por el hijo de un hombre muy rico, nunca hubiese encontrado a un publicista.” El libro, editado y comercializado en 1940, fue un éxito de ventas, tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido, llegando a superar las 80.000 copias, generándole una ganancia, por derechos de autor, de unos $ 40.000. Ya en plena guerra y por recomendación del padre, John dona la totalidad de su comisión británica a la ciudad de Plymouth, que recién había sido bombardeada y destruida por la fuerza aérea alemana. Con la otra parte de su ganancia se compró un Buick convertible verde, algo muy acorde a su edad e ímpetu.

Buick convertible año 1940 al estilo del que John compró.

Durante La Segunda Guerra Mundial muere su hermano mayor, Joe, heredando él, posiblemente sin siquiera desearlo, la ambición del padre para que uno de sus hijos fuese el primer presidente católico de los estados Unidos.

Las otras religiones alas que han pertenecido los otros 42 presidentes de los Estados Unidos son: Episcopal 11; Prebisteriano 8; Baptista 5; Unitario 4; Metodista 3; Discípulos de Cristo 3; Quáquero 2; Reformista Holandés 2; Anglicano 1; Católico 1; Congresionista 1 e Iglesia de Cristo 1.

John participa activamente en la guerra, llegando a comandar una  Patrulla Torpedera (PT 109), destacándose militarmente y recibiendo por su valentía la medalla de más alta jerarquía de la Naval. Pero “su” ambición personal no es el hacer carrera en las Fuerzas Armadas, sino en la política, aunque su verdadera vocación era el periodismo, y más aun, después del éxito de su primer libro.

John a bordo de su lancha PT 109, en la que patrullaban las islas del Pacífico.

Ya en el ámbito político, John, primero como representante y luego como senador Demócrata, no siempre estuvo de acuerdo con las políticas o líneas del Partido, enfrentándose, en muchas oportunidades y siendo muy criticado por los suyos, razón por lo que decide escribir Perfiles de Coraje, en la que expone ocho casos en los que senadores de la nación, a un alto costo personal, mantienen sus principios y convicciones, a pesar de las presiones de sus pares. La publicación da a conocer a John, proyectándolo a nivel nacional, siéndole galardonado, por influencia de su padre, El Premio Pulitzer como mejor biografía en el año 1957.

Libro de obligada lectura en el ámbito político, en la Kennedy
respalda históricamente, los principios personales sobre las
pautas partidistas.
Este libro, casi sesenta años después, es considerado, aun hoy, como “el mejor libro de valentía política”, a pesar que desde su primera edición, ha sido cuestionada su autoría, llegándose incluso a sugerir despectivamente, por el periodista Drew Pearson, que ha sido la primera vez en la historia, que el muy respetado Premio Pulitzer otorga un premio a un autor cuyo libro fue realizado por un “escritor fantasma”; Ted Sorensen. A pesar de las amenazas de “Joe” por demandar, el periodista nunca se retractó de su aseveración.

A lo largo de toda la vida de John, se ocultó ante la opinión pública el padecimiento de la muy rara enfermedad de Addison, para no afectar su carrera política, padecimiento que le generaba una deficiencia hormonal, que se manifiesta en debilidad física, alteración gastrointestinal, adelgazamiento, hipertermia, trastornos perceptivos e hipotensión arterial. Por su precaría salud y debilidad física, John estuvo, en repetidas ocasiones casi moribundo, recibiendo a lo largo de su vida, cuatro extrema unción, de las cuales tres sobrevivió.

En 1953 John se casó con Jacqueline Bouvier, doce años menor que él, proveniente de una familia aristócrata, de su mismo círculo social, rodeada de un ficticio glamour creado por su abuelo en su libro Nuestros Antepasados, para realzar las modestas ascendencias familiares, que ella si llegó a imponer a lo largo de su vida.

El matrimonio de John y Jackie fue fastuoso, digno de
la "realeza" norteamericana, con más de 1200 invitados.

Los dados estaban echados y las condiciones dadas para el gran paso adelante, las elecciones presidenciales de 1960. Tras haber derrotado a los candidatos Demócratas, ahora se debía de enfrentar al candidato Republicano: Richard Nixon. Pero su principal enemigo, no era externo, sino muy interno, su religión católica en una población mayoritariamente protestante. Así y todo se fue imponiendo, con carisma y alianzas estratégicas, hasta ganar en una de las elecciones más reñidas de la historia norteamericana: 49,7% contra 49,5%. John F. Kennedy ahora se convertía en el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América.

Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi



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