lunes, 8 de abril de 2019

Los barcos de Concreto

El SS Sapona


Durante La Primera Guerra Mundial, el crear una línea de abastecimiento entre los Estados Unidos y sus aliados en Europa era esencial, pero existía la gran amenaza alemana en el Océano Atlántico: los submarinos. Docenas de barcos mercantes, con su tripulación y su carga eran semanalmente hundidos y aunque la perdida era inmensa, el mantener esa línea de suministros era básica. La construcción de barcos no se podía detener, pero el metal era escaso. Todo el hierro disponible era utilizado para la Industria Militar, así que la Marina Mercante se puso creativa y ordenó la construcción de barcos de concreto armado.






El SS Sapona fue uno de esos barcos, pero su construcción finalizó en 1919, ya acabada la guerra, así que su intención heroica se transformó. Carl Fisher, uno de los grandes promotores de Miami Beach, lo compró y lo convirtió en casino flotante. En 1924 fue comprado por un contrabandista que lo utilizó para importar alcohol a los Estados Unidos durante La Prohibición. 





Estando en la isla de Bimini, Las Bahamas, el SS Sapona fue sorprendido por el devastador Huracán de 1926 que lo hundió en un bajo, dejando gran parte de su estructura aún en la superficie. Pasado los años y ya olvidado, la Naval norteamericana lo descubrió y lo utilizó como blanco de tiro para su aviación.  






En una de esas prácticas, en 1945, al regresar los 5 aviones del Vuelo 19, se pierde por completo el contacto con los pilotos y su tripulación. Luego de una búsqueda exhaustiva, se dan estos aviones por desaparecidos y se suman al mito del Triángulo de las Bermudas.





El mito del Vuelo 19 es vuelto a recordar en la película de Steven Spielberg, Encuentros cercanos del Tercer Tipo.

Escena inicial de la película Encuentros cercanos del Tercer Tipo.

El esqueleto estructural del SS Sapona aún está allí, cerca de la isla de Bimini, siendo, aún hoy en día un atractivo para visitar o hacer esnórquel… un “barco fantasma” que se niega a desaparecer.





En todas las guerras, la Marina Mercante es vital para su desarrollo, son quienes transportan alimento, suministros y personal, pero siempre han sido los grandes olvidados al momento de reconocerles méritos y dedicarles monumentos. Finalmente, en el año 1991, la ciudad de Nueva York, puerto principal de partida de provisiones para las dos guerras mundiales, dedica la escultura American Merchant Mariner´s Memorial, diseñado por la artista venezolana Marisol Escobar. 


La escultura se encuentra en el Battery Park del lado del rio Hudson.


Inspirada en la escena del Nacimiento de Adán de
Miguelangel en La Capilla Sixtina, el marino mercante,
dependiendo de la marea, queda por encima del agua o bajo esta.

Ella se inspiró para realizar su obra, en una foto tomada por un submarino alemán, durante La Segunda Guerra Mundial: SS Muskogee. Ninguno de los hombres sobrevivió.




Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi


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