sábado, 25 de agosto de 2018

1814, Los Británicos incendian la ciudad de Washington



Hoy… en la madrugada entre el 24 y 25 de agosto de 1814, hace 204 años, los británicos incendian la ciudad de Washington, capital de los Estados Unidos. Este es uno de los eventos olvidados de la historia, incluso por los norteamericanos. Pero a principios del Siglo XIX y en plena Guerra Napoleónica, los británicos y los estadounidenses, se enfrentan en una guerra, primordialmente marítima, en el momento en que los ingleses decidieron que ellos necesitaban barcos para enfrentar al Emperador Francés y consideraron que era buena idea secuestrar barcos de su excolonia americana para tal causa, no imaginándose que el joven país tuviera capacidad de reaccionar, pero si lo hicieron, y aunque no les fue favorable, demostraron que no se iban a quedar de brazos cruzados ante los abusos de las potencias extranjeras.

Casi todas las batallas se pelearon en Alta Mar, en donde la marina británica
era muy superior que la norteamericana, aunque en alguna excepciones, 
la estrategia se impuso a la fuerza: El USS Constitution derrota al
HSM Guerriere.

Casi todas las batallas las ganó el Imperio Británico, pero ellos tampoco recuerdan esta guerra, la importante para ellos, en su mente y corazón, era la que se peleaba en Europa en contra de Napoleón I, quien buscaba conquistar Europa sometiendo a Gran Bretaña.

Al finalizar la guerra y antes de la retirada definitiva, los británicos invaden
la ciudad de Washington e incendian todos sus edificios gubernamentales.


Una vez derrotado Napoleón, no había necesidad de continuar este enfrentamiento con su excolonia, así que el Parlamento Británico ordenó la retirada de sus tropas, pero no sin antes incendiar todos los edificios públicos de la nueva capital: el Capitolio, el Departamento del Tesoro y La Casa Presidencial, hoy conocida como La Casa Blanca, entre otras edificaciones. 

En lo posible, las tropas británicas saquearon la capital, pero sin mucho
provecho personal, ya que la ciudad tenía sólo de inaugurada y habitada
14 años.

Ninguna edificación civil fue tocada. Para el momento no se utilizaba el nombre de Washington para definir el nombre de la capital sino el Distrito de Columbia.

Esta “conquista” de la capital norteamericana sólo duró 26 horas y el fuego provocado no se extendió a mayores, ya que una conveniente tormenta se desató en la ciudad y lo apagó.

La Casa del Presidente destruida por el incendio, Acuarela de
George Munger pintada en 1815. 

Durante la invasión inglesa al Distrito de Columbia, el presidente James Madison y su gabinete se refugiaron en un pueblo cercano llamado Brookville. Hasta hoy, ese pueblo se conoce como “La capital de los Estados Unidos por un Día”. 

Vice Almirante Sir George Cockburn, posando
con la ciudad de Washington incendiándose al 
fondo. Pintura realizada por John James Halls
en 1817 la cual se encuentra en el Museo 
Marítimo de Greenwich.

La orden de ejecutar el incendio de la ciudad estuvo a cargo del Vice Almirante británico Sir George Cockburn, quien, como dato curioso, decide destruir la imprenta de un periódico local, el cual siempre lo criticó a lo largo de toda la guerra, pero fue convencido por los ciudadanos que no lo hiciera, entonces ordenó fue la destrucción de todas las "C´s", para que al menos, cuando hablaran mal de él, no pudieran escribir su nombre.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi


viernes, 24 de agosto de 2018

La Masacre de San Bartolomé



Hoy… 24 de agosto de 1572, hace 446 años, la Reina Madre de Francia, Catalina de Medici, presiona a su hijo el rey Carlos IX, para ordenar una brutal represión a todos los Hugonotes (Calvinistas Protestantes de Francia), que estaban en París por el matrimonio entre Enrique de Navarra, líder de los Hugonotes y futuro rey de Francia como Enrique IV Borbón, y Margarita de Valois, su hija y hermana del rey. Este matrimonio que se concertó por la Reina Madre para tratar de limar asperezas entre las dos facciones políticas y religiosas, pero cuya intención inicial de paz fue desbordada, creándose más bien tensiones de lado y lado, que se fueron de control. Improvisando ante el desenvolvimiento de los eventos, Catalina de Medici, quien originalmente buscaba a toda costa la Paz, ahora ordena la aniquilación total de sus rivales hugonotes, no sólo en París sino en toda Francia, como método radical para la consecución de un fin. El Príncipe de Maquiavelo a su máxima expresión.

Una mañana en las puertas del Louvre, pintado en 1880 por
Édouard Debat-Posan, expuesto en el Museo de Arte de Roger-Quilliot. 


La orgía de sangre se desborda y dura varios días, calculándose conservadoramente alrededor de 15.000 muertos. Sin duda uno de los eventos más trágicos en la historia interna de Francia y cuya mancha aún permanece, superada sólo por El Régimen del Terror de 1794.

La Masacre de San Bartolomé, pintado por Francois Dubois en tiempo real,
Museo de Bellas Artes de Lausana, Suiza.

El líder de los hugonotes, Enrique de Navarra, sobrevive y 17 años después, en 1593, logra coronarse como rey de Francia, el primero de la dinastía Borbón, considerado por muchos como el mejor rey que ese país haya tenido, entre otras razones, por su preocupación por el bienestar de todos sus súbditos, no sólo por los más favorecidos y por haber logrado una tregua de paz en la ya muy larga Guerra Religiosa. Una de sus frases más recordada, “París bien vale una misa”.

Coronación de Enrique IV, 1593, pintado por Nicolás Baullery en tiempo real.
Museo de Arte e Historia de Meudon, Francia.

Este evento ha estado inmortalizado en una cantidad de Libros, Obras de Arte y Cine. Entre los más destacados está la pintura Una mañana a las puertas del Louvre de Édouard Debat-Posan; la película Intolerancia (1916), en la que su director, D.W. Griffith, incluye esta masacre como uno de los cuatro eventos más repulsivos de la historia; 


El libro del escritor francés, Alejandro Dumas, La Reina Margot (1845), novela que a su vez ha sido versionada varias veces en el cine. Una de las mejores películas en mi opinión, La Reina Margot, fue estrenada en 1994 y protagonizada por Isabelle Adjani, Daniel Auteuil, Virna Lisi, Miguel Bosé y Vincent Pérez.

 Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi