lunes, 1 de julio de 2013

Oliver Cromwell, el hombre que no quiso ser rey, pero gobernó como tal.


Las acciones de algunos hombres, aunque bien intencionadas, siempre quedaran cuestionadas a lo largo de su vida y más allá de su muerte. Admirado por unos y odiado por otros, temido y respetado por todos, Oliver Cromwell luchó en contra de la tiranía monárquica inglesa y creó una tiranía propia. 


Detalle del cuadro de Olivar Cromwell
Autor: Robert Walker, mediados del siglo XVII
National Portrait Galery de Londres

Si analizáramos la personalidad de Oliver Cromwell pudiéramos llegar a una conclusión inmediata, un hombre con muchos complejos de inferioridad pero con grandes sueños de grandeza, que en un principio tuvo que sacrificar mucho debido a conflictos financieros, y al final gracias a su talento militar y político, escaló las posiciones, que él consideraba le debieron ser propias, teniendo en cuenta que su tío abuelo fue Thomas Cromwell, un altísimo funcionario durante la dinastía Tudor, siglo XVI, que perdió la cabeza por orden, del entonces rey, Enrique VIII. Pero como muchas veces pasa, el resentimiento que se hereda, es el de haber nacido en la rama familiar equivocada, en el rango de los gentiles, pero en su escala más baja, aunque a la larga heredó de su tío un puesto en el parlamento inglés.

Oliver estaba estudiando una carrera universitaria cuando su padre murió en 1617, viéndose en la necesidad de regresar a su casa para ayudar a su madre y a sus siete hermanas solteras. Tres años después se casa con Elizabeth Bourchier, hija de un acaudalado mercader, con muchos lazos influyentes, sobretodo entre los religiosos puritanos, lo que benefició a Oliver a lo largo de toda su carrera. Para ese momento, Oliver aun no manifiesta ningún interés en particular por la religión, pero con caídas cada vez más estrepitosas en su economía personal, se cree que abrazó con fanatismo la tendencia puritana y se ganó el favor de los influyentes. Algunas personas piensan que se acercó al puritanismo sólo por conveniencia.

Los inicios de Oliver Cromwell fueron modestos, pero con talento y tiempo logró comandar a todo el ejército, modificando incluso su estructura tradicional: jerarquía militar por mérito y no por posición social, además de una tropa profesional, de carrera y no como se hacía antes, por reclutamiento a través de los terratenientes. 


Cromwell transformó al ejército tradicional en El Ejército Modelo

El crecimiento de uno, casi siempre implica, la caída de otro. En 1640 el rey Carlos I se vio en la necesidad de convocar al Parlamento, en busca de fondos para sofocar una rebelión en Escocia, y fue el momento en que los parlamentarios aprovecharon para interpelar al rey, por un sin número de irregularidades, pero como siempre pasa, el monarca no supo adaptarse a las necesidades de la época e impuso su totalitarismo a la monarquía parlamentaria que tanto enorgullecía a Inglaterra. De inmediato se crearon dos bandos: las fuerzas parlamentarias y las fuerzas reales, la guerra civil había comenzado. Oliver Cromwell en un primer momento vacila entre su fidelidad al rey y la de sus principios libertarios. 

"Triple retrato del rey  Carlos I"
Autor: Anthony van Dyck, 1636

Luego de seis años de guerra (1642-1648), el rey, Carlos I, es hecho prisionero y el Parlamento toma el control de Inglaterra. En el inicio del juicio se crea una crisis interna entre los que estaban dispuestos a aliarse con la monarquía a cambio de mayor poder político y los que buscaban crear una República: libre, entre los que se encontraba Oliver Cromwell, el más entusiasta. 

Al año siguiente se le hace un juicio al rey y condenado a muerte bajo el cargo de traición a la patria. Oliver había logrado lo que se propuso, eliminar al tirano y convertirse en cabeza, Lord Protector del Commonwealth de Inglaterra, Escocia e Irlanda

Condena a muerte aprobada por el Parlamento al rey Carlos I,
al que ellos consideraban un traidor.
Archivos Nacionales del Parlamento Británico


Ilustración anónima del momento de la decapitación.

En la película Matar a un Rey, 2003, protagonizada por Rupert Everett como el rey Carlos I y Tim Roth como Cromwell, se narra magistralmente la cronología de eventos que conllevó al juicio y posterior ejecución del monarca inglés.

El momento en que el rey Carlos I va a ser decapitado, personaje
protagonizado por el actor Rupert Everett en la película
"Mata a un Rey", 2003

Para mantener su frágil posición, decretó leyes, que lo convirtieron a él, en un tirano dictador ante los ojos de muchos: los afectados. En varias oportunidades le ofrecieron la corona y se debatió entre aceptarla o rechazarla, pero se mantuvo firme. A los 59 años de edad, Oliver Cromwell murió y fue sucedido por su tercer hijo, Richard Cromwell, que duró muy poco tiempo a la cabeza del gobierno, antes que se restituyera la monarquía con Carlos II como rey, hijo del decapitado Carlos I. 


Oliver Cromwell observa al rey, al que, una vez decapitado, él ordenó
le fuera cosida la cabeza al cuerpo para ser enterrado.

De inmediato y cómo siempre pasa, se decidió pasar factura a todos los involucrados, en el juicio y posterior condena a muerte de Carlos I, entre ellos, el ya difunto Oliver Cromwell, muerto un año atrás. Al ser encontrado culpable, su cuerpo fue desenterrado, colgado y luego desmembrado, para ser posteriormente enterrado en una fosa común. Según las creencias de la época un cadáver mutilado no tenía opción de resucitar.

Ejecución póstuma de Oliver Cromwell, ordenada por el rey Carlos II,
con el objeto de crear un precedente, ante cualquier persona que
pretendiera enfrentarse a la monarquía. 

A pesar de lo grotesco de éste período, se demuestra, que al final la gente olvida y Oliver Cromwell, en la actualidad, está considerado unos de los cien británicos más importantes de la historia, en la posición número 10.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez

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