Es por todos sabido que Picasso,
cuyo nombre completo era Pablo Diego José Francisco de Paula Juan
Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y
Picasso, era un mujeriego y que a lo largo de su vida tuvo ocho relaciones
sentimentales muy importantes, teniendo en cuenta, claro está, que vivió 91
años, pero no es el número lo que importa, muchos incluso dirán que ocho no
son nada, sino el hecho que él iba envejeciendo y cada nueva pareja era siempre
más joven.
Todas lo amaron y él las amó a todas, a su manera y por un tiempo. Cada una de ellas le aportó, en su momento preciso, lo que él requería para convertirse en el artista plástico más importante del siglo XX, pero lo importante es que a cada una la pintó y mucho, en cada etapa de su carrera, con lo que se puede aseverar, sin temor a equivocarse, que con el sólo observar los retratos de sus mujeres se tiene un perfil completo de la obra de éste gran artista, etapa por etapa.
Pablo Ruíz Picasso ha sido sin duda una de las figuras angulares del arte del siglo XX, quien en su incansable búsqueda, inspiró a toda una generación de artistas. |
Todas lo amaron y él las amó a todas, a su manera y por un tiempo. Cada una de ellas le aportó, en su momento preciso, lo que él requería para convertirse en el artista plástico más importante del siglo XX, pero lo importante es que a cada una la pintó y mucho, en cada etapa de su carrera, con lo que se puede aseverar, sin temor a equivocarse, que con el sólo observar los retratos de sus mujeres se tiene un perfil completo de la obra de éste gran artista, etapa por etapa.
Picasso nació en Málaga,
España, el 25 de octubre de 1881, siendo el primer hijo, y único varón, de José
Ruiz y Blasco y María Picasso López, de quien va a tomar su nombre artístico;
al principio firmaba su obra como Pablo Ruiz Picasso, luego como Pablo Picasso
y luego tan sólo Picasso. Su vena artística le viene de su padre quien era
pintor y maestro, pero quien, según la leyenda, deja de pintar cuando descubre
el verdadero talento de su hijo.
No era de extrañar que, con la llegada del rey Alfonso XII, el muy esperado, 7 años antes del nacimiento de Picasso, se generara en la península ibérica, una falsa sensación de euforia, en un país económica y moralmente desbastado, al que había que reconstruir y todo estaba por hacer, pero en esencia, la idiosincrasia del español era conservadora y poseía, ante los ojos de muchos artistas contemporáneos, una visión muy limitada de su gusto temático y su estructura compositiva (romanticismo tardío y escuela de Bellas Artes), razón por la cual, todo aquel que deseara desarrollarse, debía emigrar a la nueva capital del arte: París.
Este retrato de la madre Picasso lo realiza cuando tiene 15 años de edad. |
No era de extrañar que, con la llegada del rey Alfonso XII, el muy esperado, 7 años antes del nacimiento de Picasso, se generara en la península ibérica, una falsa sensación de euforia, en un país económica y moralmente desbastado, al que había que reconstruir y todo estaba por hacer, pero en esencia, la idiosincrasia del español era conservadora y poseía, ante los ojos de muchos artistas contemporáneos, una visión muy limitada de su gusto temático y su estructura compositiva (romanticismo tardío y escuela de Bellas Artes), razón por la cual, todo aquel que deseara desarrollarse, debía emigrar a la nueva capital del arte: París.
En esa coyuntura se
desarrolló el talento de Picasso, un joven que pintó desde muy temprano en su
vida como un adulto y quien quiso, a lo largo de toda su existencia, poder pintar
como un niño. Captando muy pronto, a sus 20 años de edad, que debía alejarse de
forma radical del tradicionalismo español e ir a La Ciudad Luz, transcurriendo
así todo su Período Azul, del 1901 al 1904, obsesionado sólo con el proceso
creativo sin que se le conozca mujer alguna, hasta que ya adentrado, más bien, casi
finalizando en el Período Rosa (1904 al 1906) conoce y se enamora de Amélie
Lang.
El azul va a representar la melancolía, la tristeza y la desesperanza que el artista va a sufrir durante éste período. La Tragedia, 1903 National Gallery of Art, Washington DC |
Amélie nace bastarda y es
criada por su tía, quien intenta conseguirle un buen prospecto, pero ella rebelde,
se escapa y se casa con un hombre abusivo, física y verbalmente, del cual queda
embarazada, pero al perder a la criatura lo abandona, cambia de nombre, al de Fernande
Olivier, y escapa a París para alejarse de él y poder rehacer su vida. Ni
siquiera se molestó en solicitar el divorcio. Ella tiene 19 años de edad. En la
capital francesa consigue trabajo modelando para los noveles artistas y es, en
ese círculo, donde conoce a Picasso.
Picasso pintó mas de 60 cuadros inspirado en Fernande. Mujer con abanico, 1906. National Gallery of Art, Washington DC |
Ambos se mudan al pequeño
estudio del artista en el Bateau-Lavoir, en el barrio de Montmartre, y durante
siete años viven una intensa y tumultuosa relación, marcada por los celos.
Durante ese tiempo él realiza más de 60 cuadros de ella, paseándose por
distintas etapas artísticas: Período Rosa, Período Negro (del cual Picasso alegó,
una vez, que ella era una de Las Señoritas de Aviñón… ¿Cuál?) y finalmente Cubismo.
Retrato de Fernande Olivier, 1906. Período Rosa. Virginia Museum of Fine Arts, Richmond |
Al mejorar la situación
económica del artista español, él fue perdiendo el interés por Fernande; tal
vez por las constantes escenas de celo, seguramente no infundadas, o porque en
su nuevo estatus, ella ya no encajaba, recordándole tiempos difíciles y etapas
superadas. En 1912 ambos se separan y ella, al estar aun legalmente casada, no
recibe nada de Picasso. Al principio no lo desea, pero con el pasar de los años
su situación económica decae y en contraste, tras el éxito vertiginoso del pintor,
ella busca, por medios creativos hacer dinero, intentando publicar, 19 años
después del fin de su relación, una biografía que narra su vida sentimental.
Fernande Olivier con Mantilla, 1906 Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York |
Picasso intenta por todos los medios detener la publicación y al final llegan a un acuerdo financiero favorable a Fernande, pero si el dinero no se reinvierte se gasta.
Obra cubista en la que Picasso representa a Fernande. Mujer con peras, 1909 Museum of Modern Art, MoMA, Nueva York |
Años después el artista le paga
un millón de francos, una suma considerable para ella, no tanto para él, para
así asegurarse que ella nunca publicaría nada mientras él viviese. Ferdande muere
siete años antes que él, razón por la cual sus intimidades amorosas tuvieron
que esperar mucho antes de poder ser conocidas por una sociedad ávida de chismes:
Recuerdos íntimos escritos para Picasso.
La siguiente pareja de Picasso fue Marcelle Humbert, amiga de Fernande, y mejor
conocida como Eva Gouel, quien para algunos historiadores conservadores, la
relación comenzó al poco tiempo de finalizada la de Fernande, pero para otros,
conociendo el modus operandi de
Picasso, están seguros que se solapó. Cualquiera que haya sido la realidad, Eva
fue el epítome de un amor deseado, rodeado de estabilidad económica, en pleno auge
cubista.
El Cubismo para el Mundo Occidental es la primera
tendencia artística que en verdad abrió las puertas de todas las vanguardias
del siglo XX, la que rompe con el tradicionalismo compositivo y planta la
semilla revolucionaria que aún está vigente. Libera al arte de la perspectiva
aunque mantiene en cierto grado la simbología figurativa, de la cual Picasso no desea
desprenderse del todo. Él no es el único pero si su abanderado, opacando
con el tiempo al resto de sus colaboradores: George Braque, Juan Gris, Jean
Metzinger y Robert Delaunay.
Pero la felicidad artística y su estabilidad
emocional con Eva se van a interrumpir de pronto al estallar La Gran Guerra
(1914 al 1918), conocida años después como La Primera Guerra Mundial. Este conflicto
bélico se consideró en un principio efímero, pero el costo humano y material, a
lo largo de los años lo transformó en el más terrible de la historia; y a la
humanidad aun le faltaba otro mucho peor.
Eva representada en la obra cubista de Picasso conocida como Ma Jolie, 1912. Museum of Modern Art, MoMA, Nueva York |
Al año siguiente de comenzada la guerra, Eva, el
amor de su vida, se enferma y Picasso desbastado la visita a diario en el
hospital, pero en el ínterin conoce a otra mujer, Gabrielle Lespinasse, muy parecida
a Eva y de la misma edad, 27 años. Tal vez fue su mórbida manera de mantenerse
unido a ella, tratando de esquivar la realidad. Pero al morir Eva en diciembre,
el entusiasmo desaparece.
Mujer en silla, 1913, en la que representa a Eva en la característica descomposición cubista. Colección de la Sra. Gantz, Nueva York |
Durante los años de guerra el público pierde
interés en el cubismo y brillante como es Picasso captó que el aferrarse a esa
tendencia, aunque fuese su creación, sería un suicidio artístico. Por un tiempo
deambula sin rumbo aparente hasta que es invitado a colaborar en el proyecto
más revolucionario del ballet a la época: Los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev. Junto al
empresario ruso, Picasso va a trabajar en cinco producciones, creando el
vestuario y la escenografía. Éxito rotundo cada vez, pero lo más importante de
esa experiencia es que allí conoce a una encumbrada bailarina, Olga Khokhlova.
Cuenta la leyenda (Olga), que un día Picasso entró a su camerino y ella al verlo
de inmediato lo reconoció y ambiciosa como era decidió conquistarlo, mostró su
escote y dijo “Yo soy Olga Khokhlova, la sobrina del Zar.”
Telón de la obra Parade, basada en un poema de Jean Cocteau, cuya escenografía y vestuario fueron diseñados por Picasso. |
Picasso quedó cautivado por ella,
no sólo por su talento y personalidad, sino también por lo que ella representa
socialmente, y no por su dinero, porque él tenía más que ella, sobre todo
después que el zar Nicolás II había sido obligado a abdicar.
Al año siguiente, 1918, Olga se
convierte en la primera esposa de Picasso y todo su entorno social cambia: sus
amigos, su residencia e incluso sus clientes, en apariencia para mejor, pero en
la realidad nuestro artista necesitaba de su entorno bohemio ahora perdido. Este
período es definido por su amigo Max Jacob como el “Duquesa”. De ésta relación,
en 1921, nace su primer hijo: Paulo, y su estilo pictórico pasa a ser mucho más
neoclásico, ya que a Olga no le gustaban los experimentos y deseaba poder
reconocer su rostro en los cuadros.
Durante muchos años la relación
fue muy feliz y Picasso disfrutaba la vida familiar junto a su hijo y el nuevo
estatus que Olga proporcionó, pero ella intentó dominar todo aspecto de su vida
y comenzó a asfixiarlo. Incluso resentía su nuevo círculo de amigos, ella
quería sólo relacionarse con lo más encumbrado de la sociedad parisina. Para
evitar las peleas Picasso pasea por las calles de su amada París y un buen día,
a finales de la década, conoce a María Teresa Walter. Ambos quedan cautivados,
ella por todo lo que Picasso es y representa, y él, porque ella es dulce, cariñosa, sensual y 33
años más joven que él. A pesar que María Teresa es menor de edad, de inmediato comienza
con ella una relación paralela y muy secreta que habrá de durar 7 años. Y como
ya es tradición, la comienza a pintar de inmediato, notándose en sus cuadros
como los ángulos desaparecen y la figura es redondeada, característica inequívoca
de la sensualidad y el erotismo.
Retrato de Olga en un sillón, 1917 Museo Picasso, París |
Ante los ojos de los pocos amigos
de Picasso que supieron de ésta relación, describían a María Teresa como una
joven alegre, afectuosa, saludable, desinteresada, fácil de tratar y contraria
a cualquier convencionalismo social, todo lo contrario de lo que siempre fue
Olga.
Una frase que se le puede
adjudicar a Picasso es, “Un hombre
tiene siempre la edad de la mujer que
ama.” Esta es válida no sólo en el caso de María Teresa, sino de todas, las que de ahora en adelante, van a aparecer en su vida.
ama.” Esta es válida no sólo en el caso de María Teresa, sino de todas, las que de ahora en adelante, van a aparecer en su vida.
El Sueño, 1932 Picasso redondea los contornos, representando la sensualidad que María Teresa le transmite. Colección Privada de Steven A. Cohen |
Picasso quiere vivir con María Teresa pero no logra divorciarse de Olga. La
egoísta razón: no desea compartir sus bienes con una mujer a la cual ya odia.
Para ésta época, toda referencia artística de Olga es monstruosa, agresiva.
El secretismo va a durar hasta 1935, fecha en que María Teresa queda embarazada
de Picasso y nace Maya. La situación con Olga ya es insostenible, se separan,
pero nunca se llegan a divorciar. Finalmente pueden ahora estar juntos, pero
para la fecha, luego de 7 años a escondidas y con una niña, la vida hogareña lo
asfixia y necesita un cambio y pronto. Para colmo de males La Guerra Civil
Española se desata y le afecta el ver como poco a poco La República va siendo
engullida por la sed de poder de Francisco Franco y de pronto, sin que nadie lo
anticipe, las bombas caen sobre la población civil en Guernica. Un evento que
él se propone la gente no olvide jamás.
Durante los 33 días que le llevó al artista pintar La Guernica, Dora Maar
estuvo a su lado. Apenas la conoció ella lo cautivó. Un amigo de Picasso se la
presentó en el restaurant parisino Les deux Magots mientras ella jugaba
el no pincharse la mano con un cuchillo. Dora, 27 años más joven que él, era salvaje,
de intensos ojos verdes y cabello negro, contrastaba con la ternura de María
Teresa, rubia de ojos azules. Una vez, su hija Maya, describió la relación de
su padre con éstas dos mujeres, “Todos necesitamos Sal (Dora) y Azúcar (María Teresa).”
Picasso pintó a María Teresa hasta que conoció a Dora.
En el magno proceso creador de La Guernica, Picasso se aisló del mundo y
sólo se dedicó a pintar, teniendo como única compañera a su nueva amante, Dora,
quien con la excusa de registrar fotográficamente todo el proceso creativo (lo
cual hizo y es una maravilla), lo cuidó y protegió, incluso de María Teresa, a
la cual mantuvo alejada. María Teresa entendió que había sido sustituida. Asumió
con dignidad su realidad y mantuvo a su lado todo aquello que le recordaba al
hombre que en verdad nunca logró poseer del todo. En 1977, cuatro años después
de morir el gran artista se suicida ella.
Por primera vez, Picasso, a sus 55 años, está con una mujer igual a él, no en
edad, pero si en intelecto artístico y convicciones políticas, ambos son comunistas
hasta la muerte (aunque viven como reyes). Son fuerzas igualadas que
eventualmente chocan entre sí, se enfrentan, luchan y se aman, siendo todo ese
drama representado por él en sus pinturas, imágenes que al principio se puede
confundir con el torbellino político que los rodea: La Guerra Civil Española e
inmediatamente después La Segunda Guerra Mundial, pero no, hay más, Dora sufre por
ser estéril, aunado a una creciente paranoia, no sólo por el temor que Picasso
la abandone (temor muy bien infundado), sino porque está enferma y cada vez
empeora más.
Picasso pinta La Guernica en blanco y negro porque desea que la obra represente un titular de prensa. Cuadro cargado de simbolismo. Museo Reina Sofía, Madrid |
Dora Maar lo cautiva, lo intriga, lo hace sentir joven otra vez. Museo Picasso, París |
Ambos estuvieron juntos nueve años, hasta la liberación de París del yugo
nazi, 1944, en la que Picasso capta que su vínculo con Dora son los conflictos,
sin ellos, el vacío. Y como ya es costumbre, Picasso no suelta a una hasta no
estar sujeto a otra: Françoise Gilot, 14 años más joven que Dora y 40 años menos
que él, que ya ronda los 62, pero con la energía de un Minotauro, símbolo
favorito del artista para representar el poder sexual.
Dibujo que hizo Picasso de Françoise, su nuevo amor. |
Picasso siente remordimiento por la condición mental de Dora y al
abandonarla la interna en el sanatorio del Dr. Jacques Lacan, para luego
comprarle una casa en La Costa Azul. Ahora estaba libre para poder vivir con Françoise.
La mujer que llora, 1937. Así es como Picasso casi siempre se refería a Dora, ella sufría mucho por su esterilidad. Museo Picasso, París |
Un día Dora y Françoise se encontraron y la ex-amante resignada le dice “Sin
Picasso no hay nada. Después de Picasso, sólo queda encontrarse con Dios.” Es
irónico, Dora nunca se suicidó, murió 23 años después de Picasso y Françoise
fue la única mujer que abandono al genio, pero no todavía.
A su edad Picasso se torna un
poco más relajado y dependiente de su pareja, aunque sigue dominando sin
quererlo, logra, muy a pesar de ambos, que Françoise sacrifique su talento
artístico para servirle y criar a sus dos hijos con él: Claude y Paloma.
Mujer oceánica, obra creada por Françoise Gilot |
A lo largo de los diez años que
duró la relación, nunca se llegan a casar porque la primera esposa de Picasso aún
está viva: Olga, quien de vez en cuando se las arregla para emboscar a Françoise
e insultarla. Picasso tiene relaciones esporádicas con sus amantes anteriores:
María Teresa y Dora, y aparece una nueva, “la chica de los miércoles”, Genevieve
Laporte. Todo eso suma, pero no es la razón definitiva del abandono. Lo que
colmó la inmensa paciencia de Françoise fue el tener que convivir con la fama
de su pareja. Según sus propias palabras “… era como vivir con un Monumento
Histórico”, todos querían conocerlo, querían estar a su lado.
Françoise Gilot, 1946 |
Un buen día Françoise le dijo a
Picasso que lo abandonaba. Cogió a sus dos hijos y se marchó. Picasso no sabía qué
hacer, eso era nuevo para él. Por primera vez estaba del lado opuesto del espejo.
Françoise supo sobrevivirle, se dedicó a su arte y escribió un libro sobre su
relación, logrando esta vez esquivar los intentos del genio para frenar su
publicación: “Mi vida con Picasso”, obra que en el año 1996 fue llevada a la
pantalla grande. Como consecuencia de su absurda frustración Picasso jura nunca
ver más a sus hijos: Claude y Paloma.
Françoise, Claude y Paloma, 1951 |
Su efímera relación, de cuatro años, con “la chica de los miércoles”, Genevieve, 45 años más joven que él, se transforma ahora, tras el abandono, en su salvavidas, pero ella conociendo al personaje, no desea ser arrastrada a un foso de dependencia y engaños y se aleja.
Picasso no se da por vencido y a
pesar de sus 72 años de edad, busca otro amor, a decir verdad ya éste existía,
sólo que se resistía: Jacqueline Rocque, casi 47 años menor que él. Durante
seis meses el seductor artista pintó una paloma con tiza en su puerta y le llevó
una rosa, hasta que la muy joven muchacha aceptó salir con él, y con Picasso el
salir conlleva de inmediato el fundirse sexualmente.
Jacqueline va a acaparar la vida de Picasso y lo va a aislar de todo lo que pueda ser perjudicial para ella: el mundo entero. Jacqueline con flores, 1954 |
“Un hombre no deja de enamorarse
cuando envejece, sino que envejece cuando deja de enamorarse.”
Durante los 18 años que estuvieron
juntos, hasta la muerte del artista, Jacqueline fue su secretaria, su amante, su
enfermera y su carcelera. Con celo y con devoción satisfizo todas las
necesidades de Picasso y logró con éxito, en el terreno en que había fallado Françoise,
aislarlo por completo del mundo.
Jacqueline con disfraz de turca, 1955 |
En 1955 murió Olga, la primera
esposa de Picasso, y por primera vez estaba libre para volver a casarse, y
quien estaba allí era Jacqueline, que al transformarse en 1961 en su segunda
esposa, también se convierte en la absoluta dueña de su patrimonio.
Jacqueline en el estudio, 1956 Ella permanecía horas acompañando a Picasso mientras él pintaba. Muchas veces se quedaba dormida en su sillón hasta la madrugada. |
Picasso trabajó hasta el último
día de su vida, como si quisiera extender a través de su arte, la energía que
aún poseía.
Mujer con gorro amarillo (Jacqueline), 1961 |
Como era de esperarse, de
inmediato comienza la lucha legal por el patrimonio artístico del pintor, que
además es inmenso en volumen. Todos luchan y se desangran, pero esa es una
guerra sin victoria, la obra de Picasso no le pertenece a los individuos, le
pertenece al Mundo y cuando los litigantes lo entendieron, decidieron crear el
Museo Picasso de París y allí exhibir las obras heredadas.
El Museo Picasso de París se creó para conciliar el litigio entre los herederos y para saldar los impuestos que éstos debían pagar al Estado. |
Años después, 1986, en medio de una aparente paz, Jaqueline se suicida, no soporta vivir, como una sombra, sin el hombre al que le dio todo.
Picasso vivió y respiró de las
mujeres, las retrató para extender en lo sublime del arte, ese amor que dijo
una vez nunca haber encontrado, pero sin duda, sí plasmado, inmortalizando el
alma de cada una de ellas, ocho en total, legado artístico que refleja cada
instante en la vida del pintor más importante del siglo XX.
Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi