martes, 31 de marzo de 2015

La Simbología de Superman


Hace ya más de 75 años desde la primera publicación del Action Comics N°1, junio 1938, en donde hace su espectacular debut Superman, el primer superhéroe de la historia moderna. Un personaje grabado en nuestras mentes y que salió de las de Jerry Siegel (1914 al 1996) y de Joe Shuster (1914 al 1992).



Esa primera aparición fue el resultado de un sueño de casi diez años de constante trabajo, entre éstos dos íntimos amigos, que a pesar de la crítica situación económica a causa de La Gran Depresión de 1929, lograron definir un personaje que se identificara con la mayoría de la población que necesitaba de una figura heroica que los rescatara de la letanía de un futuro incierto al borde de una guerra (La Segunda Guerra Mundial). Pero ese personaje no fue concebido inicialmente como un héroe, en un publicación del año 1933, era un villano que deseaba conquistar al Mundo en la historieta “El Reino del Super Hombre” (The Reign of the Super-Man), pero no tuvo éxito, lo que no desanimó a sus creadores, o sí, un poco, pero el deseo del éxito los impulsó a continuar, a pesar de los tropiezos en el camino, hasta que una noche, una de esas mágicas, Jerry Siegel se iluminó y definió el personaje que cautivaría a todas las generaciones dese ese momento en adelante: Superman.


Revista editada por Jerry Siegel en 1933 e ilustrada por Joe Shuster.

La colaboración entre los dos amigos se intensificó, y años tras año Jerry Siegel aportaba la trama y Joe Shuster la traía a la vida.


Jerry Siegel observa como su creatividad se transforma
en imagen de la mano de su amigo Joe Shuster.

El héroe sufre de un Alter Ego, un segundo yo, que lleva una vida paralela para ocultar su identidad y poder desenvolverse anónimamente en un mundo cotidiano y luchar en contra del crimen organizado. Esta es la típica dualidad del “nerd” que ante la imposibilidad de lograr lo que desea, se imagina otra faceta de él que si lo puede lograr. Su ideal es ser Clark Kent con el poder de Superman: inteligencia y fuerza, cuyo objetivo final es conquistar a la chica y salvar, porque no, a la humanidad “On the Side”.

Ilustración creada por Joe Shuster en 1934.


Para proteger la identidad de éste personaje se idearon el antifaz más sencillo de todos: los lentes, porque  ¿Quien en su sano juicio? en esa época, se podría imaginar que alguien que utilizara lentes podría ser un superhéroe. El sólo utilizarlos, protegía la identidad de Superman, ya nadie ve más allá de las etiquetas que se impone y Clark representa a ese bondadoso y torpe reportero, incapaz de matar a una mosca, que es a su vez en una persona no atractiva físicamente para las mujeres, en cambio, Superman es la fuerza bruta, con múltiples poderes, muy seductor para el sexo opuesto. Siegel y Shuster lograban así su venganza reprimida.


Christopher Reeve interpretando el papel de Superman en cuatro de las películas de la serie.  

El nombre de Clark Kent proviene de la admiración de los creadores por las películas de acción y la suma de dos nombres de actores populares de la época: Clark Gable y Kent Taylor, éste último ya casi olvidado.

La mujer del deseo de Clark Kent es Lois Lane, la audaz reportera que trabaja en el Daily Planet y a la que nunca logra seducir, como hombre, por su carismática timidez y falta de malicia. La imagen inspiradora de Lois Lane fue Joanne Siegel que posó continuamente hasta la definición del personaje y quien diez años después de la publicación del primer número se casaría con Jerry Siegel.


La caricatura de Lois Lane está considerada como la número 78
mujer más sexy de los comics.

La identidad de la “S” al frente del traje partió del concepto medieval de poseer un escudo heráldico que identifica al caballero que lo porta, pero ese escudo se vio transformado a un pequeño triángulo por las limitantes de tiempo disponible para el dibujo, aunado al tamaño del recuadro de la tira cómica, pero poco a poco se fue transformando en una alegoría de lo que representa el personaje, un hombre de acero, convirtiéndose el triángulo en diamante, el cristal más duro del mundo. Como paradoja, los apellidos de los creadores están también implícitos en la “S” del logo: Siegel y Shuster, una agradable y ¿casual coincidencia?


Transformación del logo desde un escudo heráldico a un diamante.

La capa roja se utilizó como símbolo de vuelo; a falta de alas, una capa. A pesar que en los primeros números de Action Comics, Superman no volaba, él saltaba de un edificio a otro, destrozando las estructuras al momento de aterrizar, haciendo más mal que bien, así que el salto se convirtió en vuelo.


Ya para la edición N° 7, Superman vuela.
De todas las características del disfraz de Superman, la más intrigante siempre ha sido el ¿por qué lleva el interior por fuera del uniforme? y mucho se ha especulado referente a esta particularidad y la que más fuerza tiene, viene de la vestimenta característica de los trapecistas de circo, que usaban el interior por afuera para darle colorido y espectacularidad a la vestimenta.


Vestimenta tradicional de los trapecista de circo de la época.

Después de tantos años de trabajo los dos creadores, de 24 años cada uno, estaban ansiosos o más bien desesperados porque su personaje lograra despegar, literalmente y saliera a la venta y para concretar el negocio, cedieron los derechos Superman por míseros $ 130 y el material de dibujo a la compañía DC Comics, que desde entonces los consideró tan sólo como empleados, a los que se mantuvo al margen, en la comercialización de la franquicia por radio, televisión y cine.

Luego de mucho luchar, los familiares han logrado las reivindicaciones que se merecen, pero no sus creadores, a los que incluso no se les reconoció por un tiempo siquiera la autoría del superhéroe, muriendo, Joe Shuster, en el anonimato y en casi la total miseria.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi
 

miércoles, 4 de marzo de 2015

Mahoma y su iconografìa


Mahoma, según los musulmanes, es el último profeta de una larga lista de personajes escogidos por Dios, Allah, para transmitir al resto de los hombres su mensaje divino, el camino de la salvación, pero, aparentemente debido a nuestra condición humana lo olvidamos muy rápido. Varios han sido éstos mensajeros, en varias épocas, pero en el mismo lugar: El Medio Oriente, el “Ombligo del Mundo”, el punto de unión entre los tres continentes: África, Asia y Europa.

Representación del nacimiento de Mahoma, en donde él y su madre , Amina,
aparecen con los rostros cubiertos, y de la cabeza del profeta,
una llama que representa su divinidad, al estilo de las aureolas cristianas.

Mahoma nace, alrededor del año 570, en el seno de una honorable familia de la poderosa tribu Quraysh que controla toda el área de la Meca y en ella, La Kaaba, para ese entonces, en la cultura pre-islámica, el principal centro de culto. Huérfano de padre desde su nacimiento, Amina, su madre, lo envía desde muy joven a vivir en el desierto con los beduinos, como era costumbre, para que aprendiese de las tradiciones y desarrollara el carácter, en la severidad del desierto. Es allí, en donde él tiene su primer encuentro con el arcángel Gabriel, si, el mismo de María y también el de Noé, Abraham, Daniel, Zacarías y Jesús, o sea, el mensajero de Dios, al muy buen estilo de Hermes, el dios griego. Mahoma siendo aun muy joven se le aparece el arcángel y le introduce su mano en el pecho, le extrae el corazón y se lo limpia de pecado y tentación, todo eso ante los ojos incrédulos de sus amigos. Esta será la primera vez de muchas en la que el arcángel estará a su lado.

Mahoma, al lado del arcángel Gabriel, visita el infierno, para ser testigo
del castigo que se le aplica a las mujeres que osan llevar el cabello
suelto y así tentar  la lujuria de los hombres.

Poco se sabe de Mahoma, más allá de ese evento, excepto que trabajó como comerciante para su tío, quien estaba encargado de criarlo y alimentarlo, desde la temprana muerte de su madre. Es ejerciendo esa profesión que Mahoma conoce a Jadiya, la que ha de convertirse en su primera esposa, ella es una acaudalada viuda de 40 años y él su joven asistente de 25. Desde el punto de vista actual, algo inconcebible para una mujer, en la ortodoxia del islam: heredar, trabajar y volverse a casar. Pero no sólo eso, cuando Mahoma tiene su siguiente encuentro con el arcángel Gabriel, y éste le anuncia que ha sido escogido para servir de mensajero divino, ella es la primera conversa y por ende es considerada “La Madre del Islam”, financiando a Mahoma en la propagación de la nueva doctrina, una que sólo cree en un Dios, Allah, y ha de convertirse junto a la judía y a la cristiana en las tres religiones monoteístas más importantes del Mundo.

Mahoma recibe las revelaciones del arcángel Gabriel en la cueva Hira,
en La Meca, en el año 610, evento que da inicio al Ramadán.

El matrimonio fue feliz y monógamo por 25 años, algo muy raro para la época, pero es la tradición que un hombre se puede casar tantas veces quiera, siempre y cuando, pueda mantener a todas sus mujeres al igual que a la primera. En el caso de Mahoma es Jadiya la del dinero. Tuvieron seis hijos. A su muerte, en el 619, Mahoma queda desbastado, siendo conocido ese evento como “El Año de los Dolores” y la coloca a ella en el rango de las Cuatro Mujeres más Perfectas junto a: Miriam, la hermana de Moisés, María, la madre de Jesús y Fátima, su hija adorada, esposa de Alí. A lo largo de su vida Mahoma se casa por los menos doce veces más, siendo la más importante de éstas esposas, la tercera, Aisha, cuarenta años menor que él, quien a pesar de no haberle dado hijos, es la fiel heredera de su legado.

Mahoma predica la nueva fe, el monoteismo y la adoración a Allah.

Al año siguiente Mahoma es elevado a los cielos y es transportado desde La Meca a Jerusalén, evento que se conoce como Isra y Miraj, muy parecido a la "Transfiguración" de Jesús días antes de la crucifixión. En el cielo, Mahoma se reúne con los profetas anteriores: Abraham, Moisés, Noé y Jesús, entre otros, para reiterarle su función como profeta divino y mensajero de Allah, y al caer, lo hace nada más y nada menos que en el centro de la montaña Moira, en pleno corazón de Tierra Santa, donde antes había estado erigido El Templo Judío, razón por la cual los musulmanes después construyen allí El Domo en la Roca, para conmemorar el milagroso evento y generar, sin intención, un gran roce entre ambas religiones.

El Isra y la MirahMahoma sube al cielo guiado por el arcángel Gabriel.

La propagación de la nueva fe no fue tarea fácil y las luchas fueron constantes, Mahoma era considerado hereje, y en consecuencia, debía ser perseguido y destruido. Para los líderes de la tribu, atentaba en contra de lo preestablecido y al profetizar el monoteísmo afectaba la peregrinación a La Kaaba, para ese entonces centro de culto de los muchos dioses de la zona, alrededor de unos 360, y en consecuencia negativo para el negocio, en una época en donde el “turismo religioso” era la práctica común de todas las religiones. Esta persecución sistemática conllevó a La Hégira, migración masiva de Mahoma y sus seguidores, a la ciudad de Medina, para salvar sus vidas, predicar el islam y aumentar el número de fieles para el contraataque. La Hégira, acaecida en el año 620, representa el primer año del calendario musulmán.

Mahoma coloca "La Piedra Negra" en una de las esquinas externas de La Kaaba.

Muchas fueron las peripecias, para poder sobrevivir, junto a su creciente séquito, hasta su triunfal regreso a La Meca, diez años después. La verdadera fe triunfó y el arcángel Gabriel ayudó en varias oportunidades. Mahoma de inmediato entró en La Kaaba, sacó todos los ídolos que contenía y cerró sus puertas para evitar más idolatría, excepto por "La Piedra Negra" (un meteorito), mítico regalo de Allah a los humanos, que vincula al Cielo y a la Tierra y que está en la actualidad en uno de los extremos exteriores de La Kaaba. Rápidamente la fe islámica, adaptada a la idiosincrasia particular de cada tribu, para extenderse de tal manera y tan rápido, que entró en conflicto directo con la otra fe en expansión: el cristianismo.

Mahoma y La Kaaba, en La Meca, como el centro del islamismo.
En esta imagen representado como debe ser, con el rostro cubierto.

Si uno profundiza un poco más, encuentra un gran paralelismo entre la vida de Jesús y la de Mahoma, pero una de las grandes diferencias existentes entre ambos es la reiteración del profeta del islam, en ser considerado tan sólo un mensajero divino, para evitar así, según él, el error de los seguidores de Jesús, y la tergiversación del mensaje celestial, al transformarlo en hijo de Dios. Pero a pesar de su esfuerzo y las precauciones que tomó, al insistir que ninguna imagen de él fuera representada, algunas se hicieron y aunque en muchas de ellas sale con un velo sobre su rostro, él, Mahoma, es idolatrado.

Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi



lunes, 2 de marzo de 2015

La verdadera identidad de Robert Capa


Pocos hombres extraordinarios arriesgan sus vidas para registrar fotográficamente los conflictos bélicos, que muy a nuestro pesar, son comunes y recurrentes, pero cuyas imágenes se aferran en nuestras mentes y trascienden en la historia. Ese es el caso de Endre Ernö Friedmann, cuya pasión por la fotografía se debió a su amor por dos mujeres: Eva Besnyo en la adolecencia y Gerda Taro ya en su adultez. Residenciados en París a causa del auge fascista y nazista en sus países de origen, Endre (de Hungría) y Gerda (de Polonia) luchan por conseguir trabajo como fotógrafos, pero es escaso y muy mal remunerado, así que se les ocurre una idea genial, se inventan un personaje e identidad ficticia y le dan el nombre de Robert Capa, haciéndolo pasar como un famoso fotógrafo estadounidense, y los encargos les comienzan a llegar. Como en apariencia éste fotógrafo es tan cotizado sus fotos las vende a través de sus representantes: Endre y Gerda.

Gerda Taro y Endre Friedmann

Al estallar la Guerra Civil Española (1936-1939), la pareja se traslada allá para cubrir el evento y vender luego las imágenes a distintas revistas bajo el alias de Robert Capa, razón por la cual puede ser algo difícil, incluso hoy en día, saber que fotos es de quién en esos momentos iniciales. Ellos eventualmente se separan y Endre mantiene el nombre de Robert Capa y ella el suyo propio, Gerda Taro, logrando coberturas excelentes del frente republicano, hasta que muere en 1937, a los 27 años de edad, en un accidente tras la Batalla de Brunete en una evacuación algo caótica.

Foto de Robert Capa tomada por su novia Gerda Taro

Endre, de ahora en adelante Robert Capa, toma muchas fotos trascendentales, entre ellas, Muerte de un Miliciano, en el Frente de Córdoba en el año 1936. La autoría y la autenticidad de ésta imagen ha sido debatida a lo largo de los años, pero sin duda se ha convertido en el epítome de La Guerra Civil Española.

Polémica foto conocida como Muerte de un Miliciano

Durante La Segunda Guerra Mundial Robert Capa es trasladado por la revista LIFE a Sicilia a cubrir el avance de las tropas aliadas en Europa y amistosamente es considerado como el “único aliado enemigo” en el ejército de los Estados Unidos. Al desembarcar en Nápoles es testigo del bombardeo del edificio de correos, dejando constancia de lo destructivo de la guerra.

Destrucción de la casa de correos de Nápoles (1943)

La inmortalidad fotográfica le llegó durante el desembarco aliado en las costas de Normandía el 6 de junio de 1944, el Día D, y es allí, en medio del caos, entre el fuego enemigo y el mar, en donde Robert Capa toma sus fotos más notables, 106, en las que registra el tortuoso avance de las tropas norteamericanas. El dinamismo de la acción se ve reflejado en lo borroso de algunas de las imágenes, trasmitiéndole al observador la sensación de estar allí.

Playa de Omaha, desembarco de Normandía, 6 de junio de 1944

Tal es la euforia por ver el resultado de la batalla, que en el laboratorio de revelado en Londres, se dañan casi todos los negativos excepto el de once, por lo que éste grupo de fotos se van a conocer como Las Magníficas Once.

Una de las fotos conocidas como Las Magníficas Once

Luego de unos años alejado de la corresponsalía de guerra, en las que realizó otros trabajos menos riesgosos, es llamado por la revista LIFE para prestar servicio en La Primera Guerra de Indochina, en la que los franceses se resistían en otorgarle la independencia a lo que hoy en día es Vietnam. Durante un avance de las tropas francesas por territorio enemigo, Robert Capa, de 40 años de edad,  decide cubrir el evento y toma algunas fotos, luego él avanza y sube a una colina en la que pisa una mina antipersonal y muere debido a las lesiones en su pierna, pero en ese instante nace una leyenda.

Última foto tomada por Robert Capa justo antes de morir.



Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi