Cuando se habla sobre las
razones por las cuales comenzó La Primera
Guerra Mundial, es muy ingenuo pensar que la única causa fue el asesinato
del archiduque Francisco Fernando Habsburgo, heredero al trono del Imperio Austrohúngaro
y así y todo, la gran mayoría de los libros lo reseñan de esa manera, pero en realidad
esa no fue la razón, fue la excusa. Si observamos atrás, a los años inmediatos al
inicio de éste conflicto, los asesinatos de líderes de mayor jerarquía están
muy presentes en la historia: el zar Alejandro II de Rusia muere en un atentado
en 1881; el rey Umberto I de Italia fue baleado en 1900, el presidente de los
Estados Unidos William McKinley cae tiroteado en 1901, el rey Alejandro I de
Serbia y su esposa fueron asesinados y sus familias aniquiladas…
Ilustración que representa el momento en que el archiduque y su esposa son asesinados por el extremista serbio Gravrilo Princip. |
… y ninguna guerra se desató
a causa de esos trágicos eventos. La verdadera motivación para que los europeos
se enfrentaran en ésta contienda bélica es que hacía ya muchos años que no
peleaban entre sí, al menos en suelo continental y las rencillas, celos y
mutuos resentimientos afloran de generación en generación, y no hay duda, la
excusa perfecta fue el lugar en donde lo asesinaron: Sarajevo, la capital de la
entonces provincia imperial de Bosnia y Herzegovina, en territorio balcánico,
en donde en los últimos años dos guerras locales se han desatado, entre otras
razones, por el acceso al Mar Mediterráneo, y en consecuencia, muchos tratados
internacionales se han firmado para “asegurar” la paz en la región, y ahora,
transformándose, esos mismos convenios, en la excusa para pelear.
En la inmediación del Puente Latino en Sarajevo, fue donde se asesinó al archiduque Francisco Fernando y a su esposa Sofía Chotek. |
Las razones para pelear se
pueden enumerar así: el Reino Unido veía con recelo el vertiginoso crecimiento
industrial y comercial del recién creado Imperio Alemán; Francia tenía un gran
resentimiento con Alemania tras su vergonzosa derrota en La Guerra Franco-Prusiana (1870-71), en la que pierde, otra vez,
los territorios fronterizos de Alsacia y Lorena; y los territorios de los
países balcánicos, dominados por el Imperio Otomano, mejor conocido en ese
momento como “el enfermo de Europa”, eran deseados por todos, debido a su
estratégica ubicación.
Gracias a eso, todo el
continente, está desde hace años, sumido en una carrera armamentista, “La Paz
Armada”, y esto se transformó en una amenaza entre los vecinos, que no desean
ofrecer ninguna ventaja a nadie, a pesar que la mayoría de los monarcas
europeos, gracias a la reina Victoria, están relacionados por sangre, al haber
casado ella a todos sus hijos y a sus nietos con las distintas casas monárquicas del
Viejo Continente, y aun así, eso no disminuyó en lo más mínimo, las tensiones.
Ilustración en la que aparece la reina Victoria en el centro, rodeada de su inmensa familia: 9 hijos y 42 nietos, casados todos, estratégicamente, con las distintas monarquías de Europa. |
Dos bandos se conforman: La
Triple Entente (los Aliados), integrados por Reino Unido, Francia,
Rusia, Bélgica, Serbia, eventualmente Italia y ya casi al final, Los Estados
Unidos; y La Triple Alianza (los
Estados Centrales), conformados por Alemania y el Imperio Austrohúngaro,
solamente, ya que Italia, que había ratificado su alianza en varias oportunidades,
a la hora de la verdad prefirió pelear a favor del otro bando. El Imperio
Otomano se alía con los Estados Centrales en vista, que al final de cuentas, se
tiene que unir “al menos malo”, para defender como pueda, sus intereses
territoriales en la zona.
Mapa animado que representa las distintas alianzas a lo largo de la guerra. |
Un mes exacto pasó desde el
asesinato del Archiduque, ocurrido el 28 de junio, antes que las potencias europeas
reaccionaran y se iniciara la guerra, al no haber sido cumplido el ultimátum del
Imperio Austrohúngaro a Serbia, en cuanto a la investigación y entrega de los
responsables del crimen. Al día siguiente, el 29 de julio, Rusia moviliza sus
tropas en apoyo a los serbios, razón por la cual Alemania le declara la guerra
a Rusia y en vista del la alianza franco-rusa, los franceses ponen a su
ejército en alerta ante un posible ataque alemán. El káiser Guillermo II vio en
estas maniobras una amenaza a su integridad territorial y pone en marcha una
estrategia de contingencia, conocido como Plan
Schlieffen, creado en 1905 por Alfred Graf von Schlieffen para atacar,
invadir y conquistar a su vecino galo en el oeste, manteniendo una pequeña fuerza defensiva en el oeste para evitar así
una retaliación de Rusia.
El kaiser alemán, Guillermo
II, considera que éste es un buen momento para desengavetar ese plan y ordena entonces
la movilización masiva de toda su fuerza militar en contra de Francia: unos dos
millones de hombres, pero una modificación en la estrategia, divide al ejército
en dos, al este y al oeste, debilitando su efectividad.
Reino
Unido, hasta el momento al margen de la situación, entra en el conflicto,
cuando Alemania, apresuradamente invade Bélgica, país declarado neutro, para
poder atacar sorpresivamente a Francia desde el norte.
En los días
sucesivos, a pesar del avance arrollador del ejército alemán en contra de su
vecino, un giro inesperado de los acontecimientos, frenó y frustró la conquista
gala, las dudas, del no tan talentoso jefe del Estado Mayor germano, Helmuth
von Moltke, el joven, atrincherando a sus tropas a tan sólo 90 kilómetros de la
tan ansiada capital: París, permitiéndole a las tropas francesas reaccionar y
trasladarse al frente de batalla, aunque fuese en taxi.
Tan inesperado fue el ataque alemán que las tropas francesas se tuvieron que movilizar al frente de batalla en Taxis. |
Esta guerra, que
en un principio se pensó no iba a durar hasta navidad, se extendió por cuatro
años, involucró a casi todos los países del mundo y le costó la vida a
9.500.000 soldados y a 14.000.000 de civiles, sin contar los millones de heridos
o desaparecidos en combate, y se conoció como La Gran Guerra, hasta que los japoneses atacaron Pearl Harbor, el 8
de diciembre de 1941, momento en que se le modifica el nombre a La Primera Guerra Mundial.
Escrito por Jorge
Lucas Alvarez Girardi