sábado, 31 de agosto de 2013

The Persuaders!


Introducción y Final


Primer Capítulo   Completo (en inglés)



Segundo Capítulo    Completo (en inglés)



Tercer Capítulo   Completo (en inglés)

Baretta


Introducción


Capítulo Completo   Tercera Temporada (en inglés)


REGRESAR A LA HISTORIA DE LA TELEVISIÓN

Los Borgias


Introducción


Sinópsis de la serie de televisión (en inglés)


Detrás de cámara (en inglés)


El Calendario Gregoriano



No es una novedad y no hay por que sorprenderse, el hombre, en su afán por controlar todos los aspectos de la vida y el de su entorno, intenta, constantemente, de regular al Universo y de fraccionarlo de manera que le pueda ser conveniente. La razón básica, la subsistencia humana: la alimentación.

El Ser Humano siempre ha tenido la necesidad por conocer
más allá de su entorno.

Por observación directa, ya en tiempos de las antiguas civilizaciones: Egipto y Mesopotamia, se había detectado que el ciclo solar duraba 365 días, en épocas, en donde se estaba seguro, que era el Sol, él que giraba alrededor de la Tierra. Períodos en los que todos los fenómenos naturales, se volvían a repetir, con más o menos, exacta precisión, faltaba ahora, definirlo de manera “lógica”, para su mejor aprovechamiento. Ya habiendo logrado una medida media, el año, era requisito obligatorio fraccionarlo en partes más pequeñas que sirviera de guía representativa de lo que acontecía: lluvias, inundaciones, veranos, etc., para saber cuándo sembrar y en qué momento cosechar.

Fueron los Mesopotámicos, con su obsesión por el número doce, los que definieron la cantidad de meses que éste período debía tener y aún se mantiene: doce meses de treinta días cada uno, sobrándoles 5 días, a los que ellos utilizaban para realizar las celebraciones previas antes del comienzo de un nuevo año. Los días los conformaron en 24 horas (12 en el día y 12 en la noche).

El Reloj Solar fue uno de los primeros mecanismos de medición,
al que casi todas las civilizaciones llegaron de manera independiente.

El año se dispuso con cuatro marcas de referencias, evidentes: dos equinoccios y dos solsticios. Los primeros representan la igualdad en cuanto a la duración del día y la noche (20 de marzo y 22 de septiembre), y los segundos encarnan el día más largo (21 de junio) y el más corto (a veces el 21 o el 22 de diciembre). Por eso, de marzo a junio es primavera, de julio a septiembre es verano, de octubre a diciembre es otoño y de enero a marzo es invierno.

Modelo heliocéntrico de Nicolás Copérnico.

También, gracias a los días en que esos eventos astronómicos se dan, son la razón por la cual las fechas astrológicas o signos zodiacales, se inician entre los días 20 al 22 de cada mes.

Planisferio Celeste

Pero éste sistema, a falta de tecnologías confiables, tenía un error grave, casi imperceptible, pero con el pasar del tiempo, se iba haciendo más evidente: el calendario humano estaba desincronizado con respecto al calendario astronómico. El año para ellos era de 365 días, cuando en realidad es de 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos, lo que significa que cada cuatro años nos atrasamos un día.

Esta falla era garrafal para los campesinos, que debían recalcular, en su criterio personal, para saber cuándo arar, sembrar y cultivar. La seguridad alimentaria siempre ha sido una preocupación. Pero lo más grave aún, eran las celebraciones de las festividades religiosas, que debían ser en momentos astronómicos exactos, para no enfadar a los dioses, así que los romanos tomaron cartas en el asunto.

Corre el año 47 a.C., el 707, para ellos, desde la fundación de Roma, y el dictador Julio Cesar toma el control del asunto y pone orden, no sin crear una crisis primero: El año de la confusión, que tuvo una duración de 445 días, para así poder ajustar el calendario civil con el solar, ajustando la falla en febrero, el último mes del año, sumándole un día cada cuatro años; el año bisiesto, resolviendo el problema por ahora, con mayor precisión, pero 11 minutos quedaban en el aire, los que no se tomaron en cuenta, por las herramientas tecnológicas que se disponían en el momento. A partir de ese entonces, esa modalidad se va a conocer como El Calendario Juliano, en honor a su creador.

Por siglos funcionó, pero ya, a finales del siglo XVI, la minúscula falla de 11 minutos de más, sumaba diez días de diferencia (cada 128 años, esos minutos añadía un día más).

Reloj Astronómico de Praga, República Checa.

Reloj Astronómico de Berna, Suiza.

El papa Gregorio XIII promulga en 1582 la implantación de un nuevo ajuste, de cuyo honor, lleva su nombre, el Gregoriano, para ajustar las evidentes diferencias que existían y ajustar de manera definitiva el calendario civil al astronómico. En él se decreta que: la duración del año solar, se establece en 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos; el año nuevo comienza desde ahora en adelante el 1 de enero y no en marzo como se acostumbraba; cada siglo bisiesto, que sea divisible entre 400, dejará de serlo (ej. 1600 y 2000), para lograr así, la corrección de la falla juliana. Y por último, y no menos traumático, el decreto se firmó el jueves juliano, 4 de octubre de 1582 y fue sucedido por el viernes gregoriano, 15 de octubre, absorbiéndose así los diez días que sobraban y ajustándose otra vez con el calendario solar, pero el pueblo alarmado, no lo vio de la misma manera, ese vacío lo interpretó como si el papa les hubiese robado diez días de vida.

El papa Gregorio XIII preside la Comisión para la Modificación del Calendario. 

El nuevo calendario fue inmediatamente instituido en todos los países católicos… de un plumazo, pero el resto del mundo tardó en aceptarlo, por distintas razones, la más importante: las rivalidades religiosas, el adaptarse a un sistema propuesto por la Iglesia Católica, es aceptarla, directa o indirectamente, como más poderosa. Pero el sistema tenía un basamento lógico y funcionaba, así que todos lo acogieron, siendo Rusia el último país que lo adoptó en 1918.

Para la mayoría de nosotros, excepto los que cumplen años el 29 de febrero, no notamos que el año 2000 debió ser bisiesto pero no lo fue; el siguiente ajuste será en el 2400.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi

jueves, 29 de agosto de 2013

Mónaco, un principado que ha luchado por existir


Si vemos a éste pequeño principado desde un punto de vista territorial, tiene un área de apenas un kilómetro y medio cuadrado y si el tamaño es importante, entonces su importancia sería insignificante, pero muchas veces las apariencias engañan e históricamente su relevancia es mucho más significativa que lo que representa hoy en día: carreras de fórmula uno, casino, vida glamorosa, farándula, etc., su bahía protegida y su fortaleza en lo alto de la roca tenían un valor incalculable y en más de una oportunidad se intentó tomarla por la fuerza, sin éxito.

Principado de Mónaco

Se tienen referencias de su existencia a través de los cronistas griegos, quienes alegan, que en uno de sus tantos viajes, el héroe mitológico Hércules se había asentado allí para aislarse de todo, descansar y reflexionar. Con el tiempo los habitantes del lugar, “los ligures”, descendientes fenicios, construyeron un templo en honor al héroe, al que llamaron Hércules Monoecus, o Monoikos (casa solitaria), de donde proviene el nombre moderno de Mónaco. A pesar que existen las referencias del famoso templo, no se ha encontrado ninguna evidencia física de su construcción, tal vez haya estado en donde hoy se levanta el palacio, que es lo más probable, debido a su privilegiada ubicación.

El tiempo pasa y durante la expansión romana, éste territorio fue albergue de las legiones. al mando del general Julio Cesar. en sus campañas en contra del territorio Galo. Quinientos años después cuando el imperio se desmoronó ante los bárbaros y sarracenos, el territorio fue arrasado y su población se dispersó, quedando casi en el olvido hasta que los gibelinos genoveses lo convirtieron en su colonia en el año 1215, construyéndole la fortaleza y atrayendo nuevos pobladores, otorgándoles el beneficio, con la intención que se asentaran allí, de ser un territorio libre de impuestos.

El siglo XIII era una época de enfrentamientos entre las Ciudades Estados de la Península Itálica, entre los dos partidos políticos existentes: gibelinos y güelfos. En un mundo en el que las facciones se polarizan, los primeros apoyan al Sacro Imperio Romano Germánico y a su emperador respectivo y los segundos, los güelfos, apoyan las pretensiones de la Iglesia Católica y por supuesto al papa, como único líder, tanto espiritual como terrenal. Esta lucha entre estos dos poderes, por el Dominium Mundi, enfrentó por siglos a los partidarios de una u otra tendencia.

A la izquierda la Corona del Sacro Imperio Romano Germánico,
apoyados por los gibelinos y a la derecha la Triple Corona Papal,
apoyados por los güelfos.

Perseguidos y en necesidad de refugio, varias familias genovesas güelfas, comandadas por Françoise Grimaldi, mejor conocido por algunos como “el maligno” y su primo Rainiero, llegan a lo que hoy es Mónaco, sin mayor resistencia, disfrazados de monjes franciscanos y en aparente necesidad de refugio, se les abre las puertas de la ciudad y se les alberga. Una vez adentro desenvainan sus espadas y decapitan a sus hospederos, tomando por la fuerza la fortaleza y con mucha facilidad, al no imaginarse los habitantes,  que iban a ser asaltados a  manos de unos “monjes”, evento que ha quedado muy bien representado en el escudo del principado.



Ahora ésta facción política, los güelfos o papistas, tenían un lugar en donde refugiarse y se propusieron, nunca entregar el territorio, lo que han logrado bastante bien. Francoise se casó pero nunca pudo tener hijos, así que a su muerte en el año 1309, el poder pasa a su primo Rainiero I Grimaldi. Esta ha sido la línea dinástica gobernante más larga de la historia Europea: seiscientos años, a pesar de haber recaído sobre ella “una maldición”.

Cuenta la leyenda, que uno de los príncipes le juró a una gitana, amor eterno y matrimonio, a cambio de un encuentro sexual, que por supuesto no cumplió. Ella lo maldice a él y a su descendencia, condenándolos a tener relaciones sentimentales infelices, al menos que se casaran después de los cincuenta años de edad, pero en una época en donde el promedio de vida no era largo, esto sin duda resultaba ser un problema, y las crisis comenzaron, pero que dinastía familiar no tiene problemas, con o sin maldición, pero por la dudas, se dice que el príncipe actual, Alberto II, contrajo matrimonio con la nadadora Charlene Whittstock, a sus 56 años para asegurarse la estabilidad matrimonial… ¿?

Sin duda, el beso "más apasionado" de la historia.

El principado estuvo bajo el control francés, sólo a partir de 1783 al inicio de La Revolución Francesa, hasta mayo de 1814, con la deposición de Napoleón, y recibió el nombre de Fort d'Hercule, pero tras la guerra regresa a su estatus anterior, con las mismas prerrogativas de ciudad estado libre de impuestos y con el nombre tradicional de Principado de Mónaco, aunque no reconoció a Honorio IV como su gobernante y solicita ser protectorado del reino de Cerdeña, que tenía grandes extensiones territoriales en la parte suroriental de los que hoy es Francia.

"La Roca", 1890

Pero la geopolítica europea iba a cambiar tras Las Revueltas de 1848, que comienzan en París en contra del rey Carlos X Borbón y se extendió por todo el continente. Fue un  período de gran iluminismo social, en donde los individuos intentan retomar lo bueno de La Revolución Francesa: los derechos civiles y la igualdad ciudadana, rechazando el concepto monárquico.

De éste torbellino revolucionario no se iba a salvar Mónaco y su príncipe, Florestán I, tiene que lidiar con las tensiones de los pobladores de Mentón y Roquebrune, que desean separarse y transformarse en ciudades libres. Para ese momento el principado tiene un área total de 24 Km2, y estas tierras son ricas en cítricos y olivos. Años más tarde, el príncipe Carlos III, concreta la separación, vendiendo a Francia el territorio por cuatro millones de francos, y perdiendo así el 95% del territorio.

El territorio en naranja es actual Principado de Mónaco y
el demarcado en azul, el área vendida a Francia.

En los dos últimos siglos, Mónaco se ha debido de reinventar una y otra vez para asegurar, no sólo su subsistencia dinástica, sino para mantener su estabilidad económica: el príncipe Carlos III construye el Casino de Montecarlo y contrata al arquitecto francés, Charles Garnier, el mismo que diseñó la Ópera de París, para atraer a los ricos y famosos.

Casino de Montecarlo, diseñado por Charles Garnier.

El príncipe Luis II crea el Gran Prix de Mónaco (carrera automovilística), en 1929, con el fin de atraer a las masas y mejorar los ingresos turísticos. En la Fórmula Uno, el haber ganado ésta carrera, la más difícil de todas, es consagrarse en la disciplina.

La carreras de velocidad comenzaron en 1911 con El Rally de Montecarlo;
 en 1929 se transforma en el Gran Premio de Mónaco,  que pasa a ser una de las carreras de Fórmula Uno a partir de 1950.

En 1956, el príncipe Rainiero III contrae matrimonio con la actriz Grace Kelly, hecho que benefició en gran medida al principado, pues atrajo a muchos amigos de ella, generándole un nuevo estatus de sofisticación al territorio.

La exitosa actriz Grace Kelly.

En su largo camino por mantener autonomía, el príncipe Rainiero III modifica la constitución para eliminar la pena capital y otorgarles el derecho de voto a las mujeres. En el 2002 se firma un nuevo tratado con Francia en la que se mantiene la independencia del principado aunque no haya herederos directos a la corona, otorgándoles también el derecho a gobernar a las mujeres u otros miembros de la familia.

En la actualidad el Principado de Mónaco es el estado independiente más pequeño del Mundo después de la Ciudad del Vaticano, siendo el segundo país con mayor densidad de población (17.800 hab/Km2), después de Macao, China.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi

lunes, 26 de agosto de 2013

El Surgimiento de los Médici en Florencia


Cuando las oportunidades no se presentan, entonces hay que buscarlas y la familia Médici hizo eso exactamente. Cómo dicen por ahí, “en río revuelto ganancia de pescador” y Europa en éste instante, 1412, vivía una de las grandes crisis institucionales, La Iglesia Católica tenía tres papas simultáneos: uno en Aviñón, Benedicto XIII; uno en Roma, Gregorio XII y uno recién elegido en Pisa, Juan XXIII, a quien no hay que confundirlo con el otro Juan XXIII, él del siglo XX, considerado “el papa bueno”, éste de por sí no era tan bueno, por el contrario se cree fue el que asesinó al papa, al que un año antes, ayudó a consagrar: Alejandro V.

Tres papas simultáneos durante el Cisma de Occidente:
Benedicto XIII, Gregorio XII y Alejandro V.

La ciudad estado de Florencia, en Italia, desde hacía años se había convertido en un poderoso enclave bancario, muchas familias dedicaron sus esfuerzos en expandir sus negocios a toda Europa, desarrollándose, al realizar préstamos para la inversión a cambio de una tasa de interés aceptable y manejando a su vez, todas las transacciones internacionales con su moneda, acuñada en oro: el florín, el equivalente a lo que hoy en día sería el dólar y cuyo nombre se origina de su ciudad de origen, Florencia.

Florín de Oro
En una cara se destaca la flor de lis, símbolo de Florencia
y del otro lado se representa a san Juan Bautista.

Para ésta época, si alguien quería destacar en ésta ciudad debía involucrarse en el negocio de la banca y eso fue justamente lo que hizo Giovanni di Bicci di Médici a finales del siglo XIV.

La Banca Médici tenía pocos años de haber comenzado sus operaciones financieras y buscaba con ahínco subsistir entre sus competidores con mayor trayectoria, capital y contactos, esos contactos muchas veces incluían reyes y emperadores, sin contar con una larga lista de príncipes, duques, condes, cardenales, etc. Ellos en cambio, los Médici, tenían una pieza con la que no contaban los otros, su fundador, Giovanni di Bicci de Médici, padre de Cosme y bisabuelo de Lorenzo “el Grande”. Éste ambicioso hombre, no solo decidió crear un negocio de la nada, sino que buscó la manera de convertirlo en el banco más importante de Europa, generando la riqueza más grande de su época y sentando las bases, para que su familia, se convirtiera en la más influyente del período y poder transformarse en los grandes mecenas del Renacimiento, un mecenazgo que al final los llevó a la quiebra.

Tres generaciones de la familia Médici: Giovanni, Cosme y Lorenzo.

Como ya dije antes, las oportunidades estaban, pero no para él, su banco aun era muy pequeño, en ese entonces, para molestarse siquiera, a voltearse a verlo, pero de igual manera, Giovanni di Bicci di Médici, se lanzó al ruedo, se la jugó el todo por el todo y ganó, con astucia y perseverancia.


Ilustración de la ciudad de Florencia en el año 1490

Baltasar Cossa, futuro (anti) papa Juan XXIII, nació en la isla de Isquia, descendiente de una familia noble napolitana que había caído en la desgracia económica y al no tener una herencia de la cual disfrutar, buscó grandeza en la carrera militar, en la que se destacó, pero ésta no le propició grandes frutos, así que enfocó su atención en la carrera eclesiástica, obteniendo un doctorado en leyes y poniéndose al servicio del papa del momento. Encargado del manejo de Los Estados Papales, su talento perspicaz fue reconocido y es elevado a cardenal en 1402, por el papa Bonifacio XI. La mayoría de los hombres, se hubiesen sentido satisfechos por los logros obtenidos, pero él no.

La institución eclesiástica estaba sufriendo una crisis estructural sin precedentes, debido a la ambición desmedida de los hombres que la regían, quienes anteponían sus intereses personales, de riqueza y poder, a los espirituales, y por tecnicismos electorales en lo más alto de la curia, el Mundo contaba con tres papas simultáneos. Éste período es conocido como El Gran Cisma de Occidente y duró desde el 1378 al 1417, fraccionando la débil estructura que mantenía a Europa unida.

Las ambiciones personales, entre los cardenales de
Aviñón y Roma, crearon el Gran Cisma de Occidente,
en el que la Iglesia se dividio con dos papas,
que pronto fueron tres.

El cardenal Baltasar Cossa reconoce su influencia sobre otros y manipula El Concilio de Pisa de 1409, que se convocó para intentar resolver el conflicto, y propones que se destituyan a los otros dos papas y se elija a uno sólo: Alejandro V. Los papas afectados: Benedicto XIII y Gregorio XII, se resistieron a renunciar, así que fueron depuestos, obligándose cada uno, a buscar apoyo individual, en reinos rivales, para mantenerse en el poder y mantener así, la creencia de ser los verdaderos papas; ahora hay tres.

Baltazar Cossa, anti papa Juan XXIII

La iglesia no incluye a ninguno de éstos pontífices en su lista oficial, así que todos son considerados antipapas, pero la historia no termina allí. El recién electo Alejandro V, es sumiso al cardenal Baltasar Cossa y eso le abre a él, un campo interesante de posibilidades… Nadie sin el apoyo de otros puede llegar hasta la cima, y el Colegio Cardenalicio están divididos entre unos y otros, así que Giovanni di Bicci de Médici se le acerca a Baltasar y le ofrece su apoyo y el respaldo de su banco, en una inversión a futuro, comprar su camino al Trono de Pedro. Pero todavía existía un obstáculo, el papa  Alejandro V.

En un viaje junto a Baltasar, por Bolonia, el papa de pronto murió, quedando abierto y despejado el cargo. Con el apoyo de la Banca Médici, Baltasar Cossa se destacó como uno de los “papables” y Giovanni di Bicci se encargó de “engrasar” los mecanismos electorales, otorgándole, a muchos de los cardenales, donaciones a cambio de sus votos. Pero todo tiene un precio, si Baltasar gana, los Médici también y el trato fue el manejo del dinero de la Iglesia.

Ilustración de anti papa Juan XXIII presidiendo
el Concilio de Constanza de 1414.

El plan funcionó y los cardenales le dieron su voto a Baltasar, quien una vez consagrado toma el nombre de Juan XXIII. Al estar los otros dos papas “depuestos”, él se creé ser, el único y verdadero.

A cargo de las finanzas papales, Giovanni di Bicci se destacó, transformando a su pequeño banco, en el más importante de toda Europa, generándole, a su vez, grandes dividendos a La Iglesia, razón por la cual, cinco años después, en 1415, cuando Juan XXIII es obligado a abdicar, la Banca Médici continuó manejando el dinero de los fieles.

El depuesto papa, Juan XXIII, cae de inmediato en desgracia y es apresado, enjuiciado y condenado bajo los cargos de: asesinato, corrupción, violación, sodomía e incesto y es encarcelado de por vida, pero tras un suntuoso pago de fianza al emperador alemán, por Giovanni di Bicci di Médici, a los tres años de haber sido recluido, es liberado y el ahora, único papa de La Iglesia Católica, Martín V, siguiendo los consejos de su benefactor financiero, le da una nueva oportunidad, y lo nombra, en 1419, obispo de Frascati, un pequeño enclave muy cerca de Roma, cargo que va a ejercer por menos de un año, cuando muere a los 49 años de edad.

Detalle de la tumba diseñada por Donatello a Juan XXIII
en el baptisterio de la ciudad de Florencia.

Su cuerpo es llevado a Florencia y está enterrado en el Baptisterio, en una tumba diseñada y esculpida por Donatello, siendo éste, el último “papa” enterrado fuera de Roma y con él se da fin a los llamados Anti Papas, en vista qué, desde ahora en adelante, las reglas del cónclave se van a modernizar y no hubo de nuevo dos pontífices o más, de forma simultánea, en el Trono de San Pedro.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi

sábado, 24 de agosto de 2013

Banting y Best logran aislar la Insulina


Los grandes avances en la medicina por lo general se dan en la continuación de las investigaciones realizadas por otros, un toque de genialidad, esfuerzo, mucho estudio y a veces suerte. Esta fórmula no iba a ser diferente en el trabajo de Frederick Banting. Muchos médicos investigadores se obsesionan con un tema en particular, cuando alguna persona querida en su entorno lo sufre y padece, entonces enfocan su lucha titánica en conseguir una cura, un alivio, pero en el caso de la diabetes, éste no era un mal que estuviese en el círculo íntimo de Banting, más sí de su interés.

Frederick Banting

Para el momento en que se comienza a involucrar en lo que será su destino, Banting cuenta con tan sólo 30 años de edad, acaba de finalizar, ese mismo año, 1922, su doctorado y da charlas de farmacología en La Universidad de Toronto, Canadá.

Previo a él, tan sólo un puñado de médicos, entre ellos Schafer, habían logrado modestos avances en la identificación de la causa de la diabetes, la falta de una hormona proteica, a la que se le da el nombre de insulina,  que se produce o se debería de producir en los islotes de Langerhans ubicados en el páncreas y es la encargada de regular los niveles de glucosa en la sangre.

Estructura de la insulina

Los primeros intentos para complementar la falta de ésta hormona, era dándole de comer a los pacientes páncreas fresco o derivados de éste, pero la insulina era siempre destruida en el proceso digestivo por una enzima proteolítica: la tripsina, razón por la cual, se debía de buscar una manera de aislar a la hormona, protegiéndola y dosificarla de otra forma. Banting un día se cruzó con un artículo de Moses Baron en la que se describía una serie de experimentos en los que se lograba mantener intactos a los islotes de Langerhans, ocurriéndosele entonces la idea a Banting, de bloquear los conductos que segregan la tripsina, evitando así la destrucción de la insulina y pudiéndola extraer pura, para ser dosificada en los pacientes. Suena sencillo, pero en nada lo fue.

Banting y Best en el laboratorio de La Universidad de Toronto.

A falta de instalaciones adecuadas, Banting buscó el apoyo del doctor J.J.R. Macleod, quien le presta sus instalaciones durante sus las vacaciones de verano, en La Universidad de Toronto y le consigue dos posibles candidatos para que lo asistan, entonces Banting, lanza una moneda al aire y él que gana es Charles Best, 22, estudiante, que recién acababa de finalizar bioquímica y por esas cosas de la vida, resultó "estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado", y quién nunca se imaginó, que lo que se suponía iba a ser un trabajo de verano, lo va a inmortalizar y definirle casi todo el camino de su vida.

De inmediato comienzan a experimentar con perros, a los que se les extraían el páncreas para analizar los efectos. Best estaba encargado de monitorear los niveles en la sangre a lo largo de todo el proceso. Los perros secretaban altos niveles de azúcar por la orina, estaban sedientos, se degeneraban cayendo en coma y morían. Lo mismo les sucedía a los humanos. Entonces es cuando Banting, comienza aislar los islotes de Langerhans, atando los ductos del páncreas, atrofiándose el área que secreta la enzima y evitando así, que la tripsina destruyera a la hormona. Una vez extraída la insulina se les inyectaba a los perros enfermos y estos se recuperaban casi de inmediato, bajándoles los niveles de azúcar en la sangre.



Los resultados eran muy prometedores y escriben juntos un artículo que va a ser publicado y con el que se van a dar a conocer en todo el mundo, pero antes de eso, deciden probar el experimento, en un ser humano, algo riesgoso y polémico, razón por la cual toman la decisión de probarlo ellos mismos, para estar seguros. Escogen entonces a un joven desahuciado, Leonard Thompson de 14 años, quien una vez inyectado con la insulina, comienza a mejorar hasta que se recupera por completo… ¡éxito! 

Leonard Thompson antes y después de la vacunación.

La producción de la insulina se masifica y pronto cientos de pacientes estaban siendo tratados con éste maravilloso descubrimiento.

Al año siguiente, en 1923, el comité para la nominación y entrega de los Premios Nobel en Medicina, le otorgan el reconocimiento a Frederick Banting y a J.J.R. Macleod, pero dejan por fuera a Charles Best.



Banting se enfurece y desmerita la labor de Macleod, comunicando, que éste último sólo prestó la instalaciones y que la carga y el esfuerzo real fue de su asistente, Charles Best, pero para ese entonces Best aun no poseía un diploma, razón por la que no fue considerado, y ante la impotencia, Banting decide compartir el reconocimiento con su colaborador y le da la mitad del efectivo.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi

viernes, 23 de agosto de 2013

Los Juicios de las "Brujas" de Salem


Una serie de eventos, costumbres, superstición y fe ciega fueron los condimentos que crearon uno de los juicios más infames de la historia del Mundo y llevaron a la muerte a más de veinticinco personas bajo el cargo de brujería. Aquí se aplica el dicho “en pueblo chiquito infierno grande”, y ni hablar de mentes pequeñas…

Salem, Massachussets, 1692, al igual que muchos otros pueblos, en la entonces colonia británica de lo que será Estados Unidos, era una comunidad tranquila, devota y trabajadora. Entonces ¿por qué se desarrolló en éste pueblo en particular? éste brote inusual de “brujas”; lucha de poder, envidia, xenofobia e ignorancia.

Salem, un pueblo austero, trabajador y devoto.

La población de Salem, en su mayoría, era Puritana, una facción de la iglesia anglicana inglesa, que al ser perseguidos en su país de origen, por tendencias fanáticas en su visión religiosa, emigraron al Nuevo Continente para profesar su fe y sus prácticas con toda libertad. Para los puritanos existían dos mundos paralelos: el de los hombres y el de Dios (en Él viven los ángeles y el demonio), y era muy factible que ambos, en algún momento, se unieran y se manifestaran. Pero en esa época de paranoia religiosa, aislamiento y temor por lo físico y lo sobrenatural, el “demonio” se “manifestaba” mucho más que Dios.

Ilustración que representa la típica vestimenta austera de los Puritanos.

El orden social, en estos pueblos dominados ciegamente por la fe, es muy estricto: los hombres trabajan y supervisan la conducta religiosa; las mujeres sirven a sus esposos y procrean; a los niños se les prepara, desde muy jóvenes, para su futuro rol en la sociedad, estando el juego prohibido. Son personas que creen profundamente en el castigo divino, que se manifiesta en pérdidas de cosechas o animales e incluso catástrofes naturales, razón por la cual, toda conducta pecaminosa puede afectar a la comunidad y es por eso, que todo vecino vigila al otro y a su vez son vigilados: una paranoia colectiva.

La creencia fundamental de los Puritanos es que todo tiene una causa y un efecto,
razón por la cual, la falta de devoción verdadera es sinónimo de Castigo Divino.

La historia comienza, cuando al pueblo de Salem se le otorga el permiso para fundar su propia iglesia, como congregación independiente y de inmediato, la rivalidad entre dos familias: Putnam y Porter, se hace evidente, al ser electo, como su primer ministro, un tercero, Samuel Parris y no uno de ellos. Ambas familias van a hacer todo lo posible para desacreditarse entre ellas y aprovechar los acontecimientos que habrán de suceder  para vengarse entre sí, pero en el centro de todo éste tumulto, está la familia Parris, que sin imaginárselo, va a crear las condiciones perfectas para el caos.

Un buen día, los habitantes del pueblo, son “testigos” de un brote de “satanismo” cuando la hija del ministro Samuel Parris, Betty, de nueve años de edad y su sobrina, Abigail Williams, de once años, manifiestan ataques de histeria, contorciones y voces ajenas, más allá del control. La conclusión fue inmediata y unánime: la posesión del maligno.

"Acusada de Brujería"
Autor: Douglas Volk, 1884
Corcoran Gallery, Washington D.C.

Ante lo sucedido, tres mujeres son llevadas a juicio y encarceladas: Tituba, una esclava, de origen caribeño, posiblemente de Barbados, Sarah Good, una mendiga y Sarah Osborne, quién se había casado con un sirviente y no asistía a misa; “Los sospechosos habituales”. A Tituba la golpean hasta que se declara “culpable” y empieza a inculpar a casi todas las personas del pueblo, creando el pánico generalizado; el maligno está por todos lados.

Samuel Parris y su esclava Tituba.

Las dos primeras fueron colgadas de inmediato y Tituba, al contrario de lo que uno se puede imaginar, al haberse declarado culpable y ser esclava, fue condenada a prisión y luego liberada. Pero la historia no acaba allí, más personas fueron llevadas a juicio, en su mayoría mujeres, condenadas y colgadas y más niñas, de pronto, comenzaron a manifestar también, síntomas demoníacos. 

Grabado de "Las Brujas de Salem"
Autor: William Crafts, 1876

Por más de un año el pueblo de Salem no hizo más nada que enjuiciar y condenar. Muchas de éstas condenas se basaban en visiones espectrales, en donde alguien alegaba haber sido visitado por un espectro, de persona viva o muerta. En el caso de los vivos, esto era muy grave, porque se aludía que el Diablo sólo podía tomar posesión del alma, si de manera voluntaria, era aceptado.

"El juicio a George Jacobs"
Autor: Thomkins Matteson, 1855
Peabody Essex Museum, Salem, Massachussts 

En esa lucha de poder, casi doscientas personas, fueron llevadas a juicio y muchas intentaron condenar a algún rival, aprovechando la histeria colectiva, inculpándolo de brujería y hasta los más ilustrados de los hombres se dejaron llevar por la superstición. Al final, más de 150 personas fueron enjuiciadas y encarceladas y 19, catorce mujeres y cinco hombres, fueron condenados y ahorcados, uno tapiado vivo y cinco más murieron en prisión. Salem nunca volvió a ser lo mismo y los puritanos se desprestigiaron a tal punto que perdieron fuerza política, quedando tildados como fanáticos religiosos.

Giles Corey se niega a declarar y es tapiado hasta la muerte.

En conclusión, muchos historiadores especulan, que los eventos ocurridos, previo a los juicios, por Betty Parris y sus amigas, sólo fueron de carácter infantil, juegos de niñas reprimidas por la sociedad, que deseaban aprender magia, algo prohibido y por ende interesante, a través de la esclava Tituba y que al salirse de control comenzaron a acusar a diestra y siniestra, tal vez sin malicia.

Otras personas creen que la razón de los ataques “diabólicos” era epilepsia, enfermedad que siempre ha estado relacionada con la posesión diabólica. E incluso se cree que todo haya comenzado por la intoxicación de un hongo que se genera en el pan de centeno y cuyos efectos son similares a las drogas alucinógenas.

Los cereales se podían contaminar por el hongo cornezuelo
 que causaba Ergotismo, una enfermedad también conocida
como "Fiebre de San Antonio" y cuyo síntoma principal
eran las alucinaciones.

Años después de los infames juicios se restableció la inocencia de los acusados y se compensó financieramente a las familias de los condenados, cuando muchos de los acusadores iniciales se arrepintieron de sus actos.

Pero éste hecho fue tan trascendental, que docenas de libros se han escrito, películas y programas de televisión se han realizado, entre ellos los más renombrados son: en la serie “Hechizada”, varios capítulos de la séptima temporada se desarrollan en Salem; “El Crucifijo” de Arthur Miller y la película “Las Brujas de Salem” inspirada en éste libro, protagonizada por Winona Ryder y Daniel Day Lewis, del año 1996.

El Crucifijo     Trailer (en inglés)



Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi


jueves, 22 de agosto de 2013

La Bahía de Guantánamo en Cuba


En la isla caribeña de Cuba, la voluntad independentista de sus habitantes, liderada por los Mambises (guerrilleros campesinos), contra la tiranía de sus colonizadores españoles, estaba a punto de convertirse en una realidad. Hubiera tomado algún tiempo más, pero la independencia, hubiese sido autónoma.

Los Mambises, de manera muy espontánea intentaron independizarse.

A finales del siglo XIX, en medio de una terrible decadencia política y atroz crisis económica, España se aferra a sus últimas colonias como bastiones morales, pero el resentimiento ocasionado por los malos tratos, la imposibilidad de crecimiento y desarrollo y las injusticias, empujan a la población a la guerra, todos por igual: campesinos, burgueses y terratenientes.

La explotación civil en la isla creó un gran resentimiento
en la población y un ideal independentista. 

Mientras España controla las fortificaciones y las principales ciudades, los Mambises controlan todo el interior de la isla. El fin es inevitable y los actos desesperados del Imperio y de su Capitán General Valeriano Weyler van a crear zozobra al implementar “La Reconcentración”, que son en sí, campos de concentración en donde se recluyeron a miles de civiles campesinos para aislarlos de los insurgente. Ésta medida ocasionó la pérdida de las cosechas y generó una hambruna fuera de toda proporción, ocasionando unas doscientas mil muertes en la isla. La crisis fue tal que hasta los españoles criticaron la medida y Weyler fue destituido, pero el daño ya estaba hecho.

El salvajismo autoritario del General Valeriano Weyler, desató
una crisis social, política y económica sin precedente en Cuba.

Los Estados Unidos para éste entonces se está convirtiendo en un país industrializado con muchos recursos, naturales e intelectuales, pero carece, ante los ojos de las otras potencias, de trayectoria histórica y cultural, por lo que se le considera un país de segunda. Además sufre de una gran desventaja con respecto al resto de los países europeos, no posee colonias con las cuales distribuir o comercializar sus bienes de consumo. Cuando mira a su alrededor, todos los países ya se independizaron o está en manos de otra potencia. No hay duda, si quieres comenzar, busca algo cercano y débil, como hacen los leones; el imperio español, a cargo de la reina María Cristina, viuda del rey Alfonso XII. Su objetivo fue Cuba y Puerto Rico, decidieron entonces involucrarse, antes que los cubanos triunfaran, sin su ayuda.

Juramento de María Cristina de Habsburgo-Lorena como regente del Imperio Español.
Autor: Joaquín Sorolla
Palacio del Senado, Madrid, España

A mediados de febrero de 1898, se genera el incidente del acorazado estadounidense Maine, en el puerto de la Habana, en el que el barco estalla, matando a casi todos sus tripulantes. Ante los ojos de muchos, fue una explosión provocada por los mismos norteamericanos, con el pretexto de culpar a España y declararle la guerra. Ambos se culparon, pero hoy se sabe que fue un accidente, uno muy conveniente.

Ilustración muy publicitada en la época sobre el Estallido
del Acorazado norteamericano Maine, en el que se culpa
a los españoles, desatándose La Guerra Hispano-Norteamericana.

De inmediato y de manera simultánea, las fuerzas navales estadounidenses invadieron Cuba y además atacaron los puertos españoles en el Océano Pacífico: Guam y las Filipinas. La Guerra Hispano-Estadounidense duró poco y España se vio obligada a ceder sus territorios a su contrincante, incluyendo la isla de Puerto Rico.

Poster propagandístico sobre la necesidad imperante de los Estados Unidos
en intervenir en ésta Causa Justa.

Ahora, los Estados Unidos, ante los ojos del Mundo, era una fuerza militar importante, que iba a proteger la independencia de Cuba, ocupando el territorio. Unos años después, en 1909, se firma la Enmienda Platt, que se insertó en la constitución, y con la cual se le garantizaría a los Norteamericanos, su influencia directa sobre las políticas de la isla, una vez traspasado el control “autónomo” de regreso a los cubanos, obteniendo, una concesión a perpetuidad en la Bahía de Guantánamo, para la instalación de una base naval, otorgada por el presidente Tomás Estrada Palma, y que hoy en día, es la única base naval operativa estadounidense, en suelo comunista.

Provincia de Guantánamo, Cuba, en donde está ubicada la Base Naval
Norteamericana.

Ésta base cuenta con un área de 116 Kms cuadrados y está ubicada en la parte extrema del sureste cubano. Durante La Guerra Fría, ha sido un enclave de discordia entre los Estados Unidos y el dictador Fidel Castro, pero con el paso del tiempo, ambos han aprendido a aceptarse.

Bahía de Guantánamo, foto de los años 30.

En la actualidad es utilizada como un campo de prisioneros, tanto afganos como de supuestos miembros terroristas de Al-Qaeda. Éste tópico es en verdad muy delicado, porque al estar fuera de la jurisdicción directa del gobierno norteamericano, muchos excesos se han cometido en contra de los detenidos, además de las “supuestas” torturas, y el hecho, que ningún encarcelado, ha recibido condena oficial. 



Todas las organizaciones a favor de los derechos humanos alegan maltrato y el gobierno norteamericano se hace la vista gorda y los cubanos en la isla, dejan correr la bola, con la esperanza que la opinión mundial intervenga y clausure la base y ellos retomen el territorio cedido, hace ya más de un siglo.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi